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La costa sureste de Alejandra Barragán
- La exposición individual fotográfica "Costa Sureste", de Alejandra Barragán, es el diario de un territorio emocional que nace del recuerdo de un territorio vivido. Es un registro documental por estar ubicado en la franja del Golfo de México entre la Isla Ciudad del Carmen y Frontera, ciudad y puerto de Centla, que durante muchos años recorrió; y es existencial porque es un territorio entre la infancia y la nostalgia que se macera en el desarraigo y regresa de vuelta al lugar de las querencias.
- A lo largo de diecisiete años, Barragán registró ese paisaje marino filtrado por las sensaciones visuales de una niña, de la adolescente, y de la mujer que tomó conciencia de aquel lugar gracias al oficio que aprendió en su incipiente juventud: la Fotografía, y que, de algún modo, inició en el álbum familiar y una pequeña bolsita de fotos que heredó de su padre.
UN DIARIO VISUAL
- Costa Sureste es un proyecto fue beneficiado por el programa de becas PECDA-Tabasco durante 2024 y consiste originalmente en un fotolibro hecho a mano de pequeño formato en el que se registran más de cincuenta de imágenes compuestas y superpuestas, solirigrafías, registros anímicos, reutilización de archivo familiar; de ese medio centenar solo muestran unas veintena en el Centro de la Imagen de Tabasco.
- Costa Sureste es una franja emotiva, un territorio fotográfico-emocional.
- - Y también es un territorio físico que se transforma; pero en realidad es un diario visual que atraviesa el paisaje o el paisaje lo atraviesa, no sé cómo definirlo. A lo mejor suceden las dos cosas porque a fin de cuentas uno cuando toma conciencia del paisaje, el paisaje te atraviesa a ti y tú atraviesas al paisaje.
En una entrevista recorrido la músico y fotógrafa platica que el proyecto se nutre de muchas imágenes que nacieron hace diez años antes de que se convirtieran en esto que presenta, como la intuición de un territorio que recorrió con sus padres desde que nació.
- "Era un trayecto que tomaba ocho horas, ver desde la ventana el agua y el verde y el cielo, cruzar varios ríos en pangas, implicaba muchas horas de espera a la orilla del río, que te obligaban a bajar, convivir, sentir el calor, el acoso de los chaquistes y mosquitos. El territorio te forma y se queda en la memoria visual y de la piel".
Desde hace 17 años Barragán realiza su trabajo profesional fotográfico en la Ciudad de México pero siempre regresa a Villahermosa, y a esa franja del Golfo de México pues también tiene la casa familiar en Ciudad del Carmen.
"Creo que ese "desarraigo" como le llamas hizo más fuerte esa presencia o nostalgia por un clima, por una humedad y por unos colores. En el sureste se tiene más conciencia del cuerpo porque estás siempre sudando, tienes calor, te pica algún bicho. Siempre estás consciente de las sensaciones.
CONSCIENCIA DE LA PÉRDIDA
"Creo que uno es consciente del paisaje hasta que ya no lo tiene".
-¿Y las imágenes reales cuando inician?
- -Ya en la adolescencia y juventud, hace 17 años, cuando venía a visitar a mi familia y volvía a recorrer el mismo territorio que se transformó tan rápidamente que ya no había tiempo para detenerse. Siempre me ha gustado el paisaje pero el cambio de hábitat, la fotografía y la transformación del paisaje me hicieron consciente de esa luz cálida e intensa, de la multiplicidad de los verdes, por ejemplo.
-¿A qué edad estudiaste fotografía?
-A los 16 años. Pero si naciste aquí, a donde vayas ese paisaje se va con uno y por eso puedes mirarlo. Pero no me dedicaba a la fotografía porque era algo íntimo, después de la carrera hice fotoperiodismo, y finalmente en la Ciudad de México se convirtió en mi chamba, y trabajo creativo.
-Más registro que referencial son sensaciones visuales; hay imágenes de animosidad tranquila con otras muy agitadas.
- -Son sensaciones y recuerdos porque hay imágenes que tienen que ver con momento muy específicos de mi biografía. A lo mejor solo vemos el mar pero atrás de eso me estaba sucediendo algo y como traía la cámara, pues se reflejaba en lo que tomaba. La cámara te acerca y te aleja al mismo tiempo. Por eso hay imágenes agitadas que esconden las transiciones tanto del paisaje como de la memoria que siempre se transforma, diluye, mezcla.
-En la colección veo recurres a la superposición de imágenes sobre imágenes, un recurso que recuerda a ese concepto que se conoce como palimpsesto: escribir sobre otra escritura, una escritura que oculta algo.
- -Cabe eso por parte del espectador y cabe la idea proyecto que consiste fotografiar desde la intuición emocional y fotográfica. Eso que señalas se debe a que utilizo el archivo familiar. Hace once años que murió mi papá y yo me quedé con su bolsita de fotos, que digitalicé, luego me metí al cuarto oscuro, y empecé a jugar con la memoria: a sobreponer. En esta donde se ve el fragmento de un diario sobre la orilla del mar sargazo, tiene que ver con una misma emoción de sentir: la textura sobre el papel, el rastro de los pies sobre la arena. En el mar hay conexiones y la imagen tiene muchas capas.
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