A 458 años de la fundación de Villahermosa, hoy la ciudad es una capital moderna con un pasado indígena

Otro de los lugares donde se pueden disfrutar de la flora y fauna es el zoológico Yumká, es una reserva ecológica que se localiza a unos 30 minutos fuera de la ciudad. Fue establecido como “monumento ecológico” el 19 de diciembre de 1987 y posteriormente como área natural protegida el 5 de junio de 1993. Su nombre significa en maya ‘duende que cuida de la selva y los animales’. En este lugar se pueden encontrar 35 especies diferentes repartidas entre varias secciones, como la selva, la laguna y el aviario. Recorre el parque en una de las camionetas del establecimiento para ver de cerca a los elefantes, los rinocerontes, los avestruces y las cebras, entre otros animales. La finalidad de este centro es es promover la educación ambiental, la conservación y la protección de las especies dentro del estado de Tabasco.

Dentro de la historia se encuentra un sitio histórico como La Casa de los Azulejos, uno de los pocos testimonios de la arquitectura señorial del siglo XIX. Se localiza en las esquinas que forman las calles Benito Juárez y 27 de febrero, a menos de 200 metros del Palacio de Gobierno, en el Centro Histórico. Posee una belleza estilística ecléctica que conjuga la influencia mudéjar de arcos polilobulados y azulejos de diseño oriental, con arcos ojivos (neogóticos) y neobarrocos, esculturas neoclásicas, balconería de hierro caligrafiado, muros de ladrillos rojos distribuidos en dos plantas, cubiertas de azulejería traída de Barcelona y con techos construidos al estilo bóveda catalana.

Originalmente fue propiedad de Victoriano Nieves Céspedes, quien cedió la propiedad a su hija Ana Eugenia Nieves de Repetto; ella la vendió al señor José María Graham Mac’gregor, quien la habitó con su esposa e hijos. José María Mac’gregor la convirtió en la casa más suntuosa de la ciudad. El sobrenombre de "Casa de los Azulejos" le viene de la abundante decoración a base de esas piezas de cerámica de factura catalana que adornan su fachada, en la cual se descubren interesantes combinaciones ornamentales en marcos, ventanas y barandales de hierro forjado, con detalles que semejan fina caligrafía.

Fue declarada monumento histórico por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y desde 1985, es la sede del Museo de la Historia de Tabasco.

Como celebración de la fundación de esta ciudad, aquí te dejamos una cronología de los diversos nombres que tuvo la actual Villahermosa:

• San Juan Bautista de Tabasco (24 de junio de 1557), nombre dado previo a su fundación oficial.
• Villa Carmona (1564) nombre puesto por Diego de Quijada al fundar la ciudad.
• Villa Hermosa de San Juan Bautista (1598) Título otorgado por el rey Felipe II de España.
• San Juan de Villahermosa (1604) el virrey, Juan de Mendoza y Luna, III marqués de Montesclaros, autoriza el nombre en honor a Juan de Grijalva descubridor de Tabasco.
• San Juan Bautista de Villahermosa (1641) Al trasladarse los poderes de la Villa de Santa María de la Victoria hasta la actual capital el 24 de junio por autorización del virrey Diego López Pacheco.
• Villahermosa del Puerto (1792) Al declarársele a Villahermosa "puerto menor"
• San Juan Bautista De Villahermosa (1811) al devolverse su nombre anterior. 
• San Juan Bautista de Tabasco (a partir del 4 de noviembre de 1826) por decreto del Congreso del Estado.
• Villahermosa (instituido oficialmente desde el 3 de febrero de 1916) por decreto del gobernador del estado, Francisco J. Múgica. En el periódico oficial  "Tabasco" del 17 de febrero de ese año, se indica que el nombre de "Villahermosa" debe de escribirse junto y no separado.

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Como lo dice su nombre, este es un pueblo muy hermoso. La agricultura y el petróleo son los elementos principales de la economía de Villahermosa. Esta es la ciudad más grande del estado de Tabasco, que se encuentra en el sureste de México, entre los ríos Grijalva y Carrizal. Puedes viajar hacia esta ciudad por carretera, o tomar un vuelo hacia el Aeropuerto Internacional Carlos Rovirosa Pérez.

La conservación es muy importante en Villahermosa, donde las reservas protegen el entorno natural y los museos rinden tributo a la historia indígena de la región.