La familia de Rosa Isela, una joven de 17 años asesinada y calcinada en una localidad de Paraíso, encabezó una protesta frente al Tribunal Superior de Justicia para exigir que los presuntos feminicidas sean juzgados como adultos.
Junto a ellos, grupos feministas se unieron para alzar la voz en busca de justicia.
Rosa Isela fue víctima de un brutal asesinato a manos de dos compañeros, también menores de edad, quienes actuaron con "alevosía y ventaja".
A pesar de la gravedad del crimen, los jóvenes acudieron al velorio de Rosa, negando cualquier tipo de contacto con ella.
- La madre y el hermano de la víctima expresaron su desesperación ante la posibilidad de que los responsables reciban una pena mínima debido a su edad.
La familia y los colectivos feministas argumentan que la premeditación y la crueldad del acto merecen un juicio como adultos, para asegurar una sanción acorde con la gravedad del delito.