Cuando las ganas por aprender y superarse son grandes, no importa el escenario en donde se encuentren ni mucho menos los implementos que se ocupen, para muestra de ello una vendedora ambulante, quien con su pequeño que cursa el segundo año de primaria repasan lo aprendido en el ciclo escolar que culmino, esto luego de que el próximo ciclo escolar está por iniciar.
Doña Jazmine madre soltera de un menor 7 años, trabaja tres días a la semana en su puesto ambulante de aguas frescas sobre la calle Zaragoza, en el centro de la ciudad, el cual es trasladado a bordo de un triciclo que representa su modo honesto de vivir.
Edward, fielmente acompaña a su madre los días que toca venta, sin embargo, además de ayudar a su madre en las ventas, improvisa con unos bancos de plástico una mesa y en los ratos libres repasa junto a su mami lo aprendido en el ciclo escolar que terminó.
Este tipo de ejemplos demuestra que cuando se tiene ganas de aprender no importa el escenario ni las condiciones en las que se encuentren, palabras dichas por la misma señora Jazmine.
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