El constante aumento que han registrado los costos de los productos de la canasta básica ha originado la disminución de clientes y por consecuencia, menos ingresos para muchos comerciantes, lo que además ha originado que cada vez sea mayor el número de locales cerrados.
De acuerdo a un recorrido realizado por el Sistema Informativo de Tabasco (SIT) en varias centrales de abasto de la capital del Estado, se pudo constatar dicha situación derivada de la inflación que mantiene en “jaque” tanto al comercio como a las familias tabasqueñas.
Un ejemplo marcado de la disminución de clientes y por consecuencia de menos ingresos, de este aumento constante que han registrado los productos de la canasta básica en los últimos meses, es el mercado José María Pino Suárez.
Y es que no solo atienden menos clientes por día, si no que estos compran menos, debido a que los recursos con los que disponen, no les alcanza para comprar lo mismo que hace apenas un año.
Los locatarios del principal centro de abasto de la capital tabasqueña destacaron que las quejas por los aumentos a los alimentos y productos de primera necesidad como la carne, el aceite, el huevo y las tortillas, entre otros, es una constante, e incluso responsabilizan a los expendedores de estos ajustes.
Sin embargo, son ellos los afectados de manera directa, toda vez que además de percibir menos ingresos por ventas, para poder operar, tienen que seguir comprando insumos, los cuales han registrado aumentos hasta del 30 por ciento, por lo que también han tenido que reducir el volumen de compra.
Los comerciantes tabasqueños señalaron que siempre se han registrado aumentos en los precios, sin embargo los que se han aplicado en lo que va del año han sido superiores y de manera constante, situación que afecta la economía familiar de manera general.
A su vez, Magdalena Méndez Suárez, dijo
En tanto, Emiliano Noriega Pérez, mencionó:
- “Al subir de precio todas las cosas, el dinero se vuelve nada, y al no dar el dinero la gente compra menos y bajan nuestras ventas, y nos echan la culpa a nosotros de estos aumentos, tenemos un impacto doble, regañados y menos ventas, nosotros también somos consumidores, tenemos que invertir y tenemos menos ganancia, lo único que nos queda es resistir, esperamos que las situación mejore porque tenemos que trabajar más y gastar menos, tenemos que ajustarnos más el cinturón”.
Por su parte, Gladis Ascencio González, añadió:
- “Los meses de julio y agosto han sido los más críticos, los aumentos se han reflejado en las ventas que cada día son menos, además estamos en un periodo de compras escolares y la población le da prioridad a estos gastos, y el público en general compra lo más básico que puede, aunque no queremos ser pesimistas los ánimos decaen, porque tenemos que abrir, y aunque llegue la quincena o el fin de semana no repuntan las ventas”.