Infecciones de oído, gastrointestinales, conjuntivitis y dermatitis alérgicas son las enfermedades más frecuentes que los menores pueden adquirir al bañarse o ingerir agua en una alberca que no tiene el mantenimiento adecuado, aseguró el presidente del Colegio de Médicos Pediatras y Especialistas de la Niñez de Tabasco, Elias Córdova Sastre.
En entrevista, dijo que en esta temporada de calor muchas familias recurren a las albercas públicas para mitigar el calor y los niños son los que más disfrutan de estos lugares de recreación por lo que permanecen por varias horas en el agua.
Indicó que una prolongada estancia dentro de la alberca puede ocasionar irritaciones en los ojos, pero si el agua no tiene el tratamiento adecuado podrían presentarse otras enfermedades, sobre todo si el menor ingiere el líquido.
Expuso que lo más común son infecciones de oído, los gastrointestinales y las dermatitis alérgicas, que son lesiones en la piel.
En este sentido, recomendó a los padres a que asistan a albercas que sepan que están bien cuidadas o que tienen medidas de seguridad en cuanto a verificaciones sanitarias si es que son públicas, para evitar complicaciones en la salud de los niños.
También, mencionó que en esta temporada cuidarse de quemaduras solares con protectores y no descuidar a los menores por accidentes que pueden ocurrir sobre todo en los balnearios.
RECOMENDACIONES
> Los padres de familia deben considerar ciertas medidas de seguridad
> Conocerlas condiciones climatológicas
> Elegir adecuadamente el sitio donde se refrescarán
> Evitar el exceso de cloro así como la falta de éste
> No dejar entrar a los niños si no se observa higiene o si huele a exceso de cloro
> Bañarse antes de entrar y después de salir de la alberca
> Enseñarles a los menores que no deben tragar agua