A pesar de los riesgos que implica el almacenaje de combustible en domicilios particulares, la Procuraduría General de la República (PGR) ha asegurado bidones con “huachicol” en hogares y bodegas en más de ocho ocasiones desde febrero de 2017 a enero de 2019.
A través de las denuncias recibidas y las inspecciones que se realizan en las zonas identificadas por las autoridades, se detectó que familias completas participan en la extracción ilegal de hidrocarburos, lo cual es considerado un delito y un riesgo para los ciudadanos que radican en los alrededores donde se efectúa la actividad delictiva.
Tan sólo en el municipio de Centro, el ilícito se ha presentado en las rancherías Anacleto Canabal, Lázaro Cárdenas y Plátano y Cacao, donde se estima que la vigilancia se intensificó para evitar incidentes que afecten en la zona.
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De la misma forma, en los poblados C-25, C-26, El Castaño y Cucuyulapa, pertenecientes a Cárdenas, se ha registrado la incidencia de almacenaje de gasolina en bodegas y casas, donde en diversas ocasiones se comercializa el energético a transportistas y automovilistas particulares.
La actividad se extiende en Cunduacán, Huimanguillo y Macuspana, al ser los sitios con mayor presencia de infraestructura de Pemex en tierra. Sin embargo, este tipo de acciones han ocasionado más de dos explosiones en el año 2018.
De acuerdo al artículo 9 de la Ley Federal para Prevenir y Sancionar Los Delitos en Materia de Hidrocarburos de Petróleos Mexicanos, las personas que compren, enajenen, reciban, adquieran, comercialicen o negocien hidrocarburos, petrolíferos o petroquímicos sin derecho o consentimiento de asignatarios, contratistas, permisionarios, distribuidores o de quien pueda disponer de ellos con arreglo a la Ley serán sancionados por la autoridad.