En reconocimiento a 40 años de servicio como docente de educación preescolar, el pasado 15 de mayo la maestra Macrina de los Ángeles Castillo Santiago, fue condecorada con la medalla Ignacio
AltamiranoEn entrevista con el Sistema Informativo de Tabasco (SIT), destacó que ser docente es una profesión noble, pero también gran compromiso que se debe desempeñar con pasión y mucho amor.
Aunque desde niña su vocación fue la docencia, su principal fuente de inspiración fue su madre, ya que la profesora Aida Elba Santiago Pedrero fue fundadora de la educación preescolar aquí en Tabasco, y en su honor, una escuela ubicada en el sector Manuel Andrade del poblado Buena Vista, lleva su nombre.
La maestra en desarrollo de competencias docentes, destacó que en educación preescolar el objetivo es que el trabajo sea lúdico y que a través del juego, los niños se desarrollen, piensen, expresen, hagan preguntas, elaboren explicaciones y sobre todo que tengan interacción con sus pares a través de un trabajo colaborativo.
Y es que los niños aprenden mientras se desarrollan, lo que representa un desafío ya que a través del juego adquieren sus primeros conocimientos y aptitudes que desarrollarán en el siguiente nivel de aprendizaje que es la educación primaria.
Educar con amor y amar lo que uno hace, es uno de los principales lemas de vida de la doctora en Eco educación, quien actualmente es directora del jardín de niños Lucía Sánchez Mora de la colonia Constitución, ubicado en el kilómetro 10 de la carreta Villahermosa-
FronteraY es que asegura que a través del amor se transmiten muchas emociones, pues aún teniendo treinta niños para todos tienen un abrazo o alguna frase de aliento o motivación, y aunque les interesa más que los niños aprendan, les interesa aún más que sean bien tratados, y que a partir del amor transmitan seguridad.