Con todas las medidas sanitarias, haciendo uso de cubrebocas y sólo ingresando dos personas por familia, llegan los habitantes de Centro al Panteón Central de la ciudad para visitar las tumbas de sus fieles difuntos.
Algunos aprovechan la oportunidad para lavar las bóvedas y colocarles flores, quemar velas y hacerles un rosario, aunque ya no en compañía de toda la familia como hace un par de años atrás, dónde montaban ollas de tamales para departir, ahora solo se cumplen con una visita muy breve, marcada por restricciones sanitarias.
Dentro de las medidas implementadas por las autoridades, se autorizó un solo acceso y se marcó otro punto del camposanto para la salida y así evitar el aglomeramiento de personas.
Las ventas de flores han tenido un ligero repunte a un día de que se celebre el tradicional día de muertos y el servicio de agua no ha faltado para limpiar las tumbas.
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