Sentados en unos banquillos de plástico que a cada momento recogen para ir avanzando en la fila, la pareja conformada por Irma de la Rosa Cruz y Domitilo Arias Alcudia, acudieron puntualmente a la cita del programa nacional de vacunación.
Las manecillas del reloj marcaban las 08:00 horas de este martes cuando esta pareja, que desde hace 53 años realizan todo juntos, llegaron al plantel número 30 del Colegio de Bachilleres.
En este lugar, esperaron de manera paciente el turno de poder pasar hacia los módulos de vacunación para recibir la primera dosis. La pareja que desde hace un año atrás se han refugiado en su hogar, ubicado en el sector Armenia de la popular colonia Gaviotas y de donde con temor a contagiarse salieron teniendo en su corazón una luz de esperanza.
“Un poquito de temor”, dijo doña Irma. Mientras que Domitilo observaba y reía ante cada respuesta emitida en esa fugaz entrevista realizada a quien desde hace medio siglo ha sido “el amor de su vida”, ella declaraba “juntos hemos pasado muchas adversidades, muchos retos, muchas pruebas y juntos venimos a ponernos la vacuna para estar ya más protegidos y continuar con nuestras vidas plenamente”.
Sin embargo, el plan de vacunación es muy estricto, pues solo aquellos que su apellido paterno iniciaban con la letra A y B podían pasar al puesto de vacunación, disposición que en este momento los llegó a separar.
Te puede interesar: Llegarían 12 millones de vacunas de China
Domitilo Arias, cargando su banquillo pasó a la zona de vacunación para recibir su primera dosis, mientras que Irma de la Rosa tuvo que esperar afuera bajo los radiantes rayos del sol 45 minutos más para poder regresar a su casa. “Esto no lo esperaba, pero vamos a tomarlo como que ella me acompañó y así fue, tendremos que regresar nuevamente y ahora seré yo quien la acompañe a ella, siempre haremos las cosas juntos, hasta la eternidad”, agregó.