Misterioso lagarto dorado surge de las aguas de laguna

Colonos de la Guadalupe Borja señalan su aparición junto a la de un hombre tenebroso

Grandes misterios guardan las profundidades de las aguas de la laguna que se sitúa en la colonia Guadalupe Borja, donde aseguran lugareños que ha sido visto un lagarto dorado emergiendo y que todo esto empezó a acontecer tras un avistamiento de un objeto no identificado hace más de tres décadas, un 1 de noviembre.

La capital tabasqueña tiene en su geografía varios cuerpos de agua, entre los que destacan la Laguna de las Ilusiones, seguida de la laguna del Espejo, La Aduana, Covadonga, El Negro, El Camarón, pero de manera extraña de la que estamos hablando y a pesar de tener gran extensión territorial, no refieren que tenga nombre alguno.

Esta porción de agua se extiende por las colonias Guadalupe Borja, 18 de Marzo, parte de Miguel Hidalgo, José Pagés Llergo e igual parte de Atasta de Serra, y en todas estas colonias los ciudadanos ignoran el nombre que lleva, la mayoría indica que como inicia en la Borja, así igual le dicen.

Varios habitantes en la referida colonia, entre ellos doña Romina “N”, dijeron que todo inició hace treinta o treinta cinco años en un sábado por la noche, incluso no había estrellas ni la luna brillaba, cuando de repente parte del firmamento se iluminó de un color intenso y con cierto brillo en el cuerpo que era ovoide y grande y a su lado un hombre alto, tenebroso.

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De igual manera, recuerda doña Romina que en aquella ocasión estaba por terminar de planchar ropa cuando presintió que algo andaba mal y al mirar por la puerta posterior de su casa vio una bola incandescente que caía sobre la laguna y ésta a su vez brillaba de una forma rara como que hipnotizaba, la cual era acariciada por un personaje de sombrero negro.

Con el tiempo fue olvidándose el suceso hasta que en cierta ocasión un pequeño conocido como Pepe, llegó a su casa diciendo que había visto a un animal saliendo de la laguna, con un hombre alto tenebroso y que de todo su cuerpo desprendía un color brillante como color oro o dorado.

Las palabras de este menor a los pocos días fueron confirmadas por don Miguelito, quien es un pescador en la calle Campeche; éste llegó casi sin habla y pálido a la casa de su hermana, y ahí relató que también había visto un lagarto de aproximadamente dos a tres metros de largo que brillaba mucho, el cual solo surgió de las aguas para mirarlo a los ojos y con la misma se sumergió, con el personaje vestido de negro y con sombrero grande.