Las fuertes aguas del Usumacinta amenazan con romper tramo de la única carretera rural a la altura de la ranchería La Guayaba, en el ejido Amatitán, dejará incomunicados más de 8 mil habitantes.
En ese punto de la vía que está a punto de colapsar, cuadrillas de voluntarios de la comuna, personal de protección civil del estado y municipal han trabajado titánicamente colocando costales con arena para formar barrera para proteger un tramo de más de cien metros de longitud.
Pero el incremento del nivel del "Mono Sagrado", amenaza con romper la carretera a la altura de la citada localidad.
Así como otro tramo de alto riesgo está en la ranchería Esperanza, ejido Bajo Amatitán, en donde ya pasa el río sobre la carretera en varias partes.
Además la carretera Pucté-Boca de San Gerónimo se encuentra en deplorables condiciones pero transitable, aunque se observan dos espejos de aguas, que pasan por encima de la carretera a la altura de la ranchería “Esperanza” esta por cruzar la misma vía en tramos bajos como son en las comunidades de Bejucal y Barrial, en tanto el desbordado afluente ha inundado campos.
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Otros de los puntos también afectados es la ranchería La Guayaba en donde ya se han colocado algunos costales con arena, pero la corriente del río Usumacinta y su incremento han rebasado esta manera de prevenir que el camino sea "devorada" por el afluente por lo que los habitantes del ejido Amatitán piden auxilio, la intervención de las autoridades de protección civil estatal, municipal y el ejercito.
Al respecto el comisariado ejidal, Pedro Esteban López, expresa públicamente a las autoridades correspondientes la intervención debido a que la situación ya es desesperante, ya que es casi imparable que se queden incomunicados y tratar de resolver este gran problema que se les avecina aparte de que ya sus maizales y otros cultivos ya se perdieron, lo mismo que las pasturas para su ganado.