Jalpa de Méndez, Tabasco.- Solo bastaron dos horas de la noche de este jueves, cuando una fuerte lluvia desatada con intensos vientos, producto de la depresión Tropical "Lisa", que amenazaba con volar tejados, derribar árboles e inundar todo a su paso, sorprendió a pobladores del sur y norte de Jalpa de Méndez.
Dejando decenas de viviendas anegadas, calles que se convirtieron en canales de aguas putrefactas de los registros del cárcamo que no abasteció ante el enorme aguacero.
Mientras, que los habitantes de Villa Jalupa eran sorprendidos, por la cantidad de agua que escurría hacia el interior de las viviendas, por el aguacero, que no cesaba y aumentaba al paso de los minutos.
Personal de la coordinación de Protección Civil Municipal de Jalpa de Méndez, informaban que atendían un siniestro provocado por algo así como un mini tornado, en una casa particular del poblado Amatitán, la cuál sufrió daños en su estructura debido a la caída de un enorme árbol de mango, por lo que de inmediato se procedió al retiro de las ramas y resguardo de las pertenencias de la familia.
- También hubo afectación en otros domicilio, afortunadamente solo se reportan perdidas materiales.
MIEDO EN CUESTIÓN DE MINUTOS
Durante un lapso, que comprendió más de media hora; las familias de diversas comunidades en lugar de refugiarse y ante el miedo de perderlo todo, comenzaron a subir y guardar sus pertenencias, pero poco les duró sus intenciones, el agua brotó de registros de baños, entró por puertas de las viviendas, de los patios y nada se pudo hacer, en cuestión de minutos todo estaba anegado de manera temporal.
Después de esos eternos 40 minutos, en los que la lluvia, los vientos no cesaban y el agua amarillenta corría por doquier; las familias, no daban crédito ante semejante panorama poco alentador, todo estaba anegado, olía a putrefacto y todos a prisa se daban la tarea de evitar, que sus enceres domésticos fueran alcanzados.
Según comentaban, algunas personas esta agua, se las envío la depresión Tropical "Lisa" o bien el propio san "Martín de Porres", en su día. Con ese consuelo, al pasar la lluvia, comenzaron a sacar agua del interior de las viviendas, con sus propias manos y entrando aguas negras a sus viviendas.