Las vocaciones de Tabasco se diversifican y potencializan para decirle al mundo que el Edén mexicano es hoy por hoy la tierra de oportunidades y desarrollo, aseguró el gobernador Carlos Manuel Merino Campos al inaugurar el Festival del Chocolate.
En su edición once tiene como invitados a Bélgica, país considerado el corazón chocolatero de Europa, y al estado de Baja California, la llamada capital del vino en México.
- En compañía del embajador de Bélgica en México, Johan Verkammen, y la presidente del Sistema DIF estatal, Guadalupe Castro de Merino, Merino Campos subrayó que este 2022, tras dos años de ausencia a causa de la pandemia, por fin este festival –único en el planeta– se retoma para reposicionar la historia del cacao y el chocolate tabasqueño, e incentivar a los productores a aumentar su rendimiento y calidad.
ALIMENTO DE LOS DIOSES
En el primero de cinco días de actividades, el mandatario recorrió las áreas de exhibiciones montadas en el Parque Tabasco –entre las que resalta la reutilización de las burbujas que brindaron atención durante la emergencia y que hoy albergan una exposición del sector salud–, y aseveró que este evento reconoce la herencia y trascendencia de productos que son claves para impulsar el turismo y la gastronomía de Tabasco, y potenciar la gestión de conocimiento en la cadena de valor.
Ante empresarios chocolateros europeos y chefs de talla nacional e internacional, instó a seguir reconociendo el valor que tienen el cacao y el chocolate, considerados por los olmecas como el alimento de los dioses, y sostuvo que una vez más Tabasco aprovecha sus vocaciones productivas para confirmar que es tierra de progreso.
Carlos Merino afirmó que la mayor evidencia de la riqueza cultural y gastronómica del estado lo representa el chocolate que nace de la producción del mejor cacao del mundo, del cual nuestro estado posee la denominación de origen, e invitó a la población a disfrutar las actividades en un ambiente de sana convivencia y armonía familiar.
El embajador de Bélgica, Johan Verkammen agradeció a nuestro estado por su maravilloso regalo al mundo: la invención del chocolate.
Dijo que el Festival del Chocolate constituye una excelente oportunidad para resaltar y compartir la experiencia, tradición y pasión que Bélgica tiene en este campo.