En enero de este año, empezó uno de los momentos más tristes de la vida de María, perdió a su esposo y con ello, quedó desprotegida y sola, viviendo uno de los calvarios más difíciles para una madre, el desprecio de sus hijos, a quienes con amor engendró, crió, les dio educación hasta donde ellos quisieron y a pesar de ello, hoy enfrenta una demanda de éstos, quienes le pelean hasta la casa donde vive.
Siete hijos tuvo, de su único y gran amor de su vida, quien el cáncer consumió, ella estuvo a su lado hasta el final, cuidándolo y pidiendo en sus oraciones porque Dios le diera unos días más de vida, para que juntos pudiesen partir de este mundo, lo cual no ocurrió.
Hoy María de 83 años, se debate entre la vida y la muerte, su corazón está dando los últimos golpes, es diabética, hipertensa y padece cáncer de piel, sin embargo, esto no le quita el ser una mujer aguerrida y de trabajo.
Hace cinco meses dos de sus siete hijos, decidieron reclamar legalmente su herencia, lo cual ha provocado que María sea consumida, más que por la enfermedad, por el sentimiento de que sus hijos a su edad decidieran pelear propiedades que le costaron a ella y a su esposo adquirir con el sudor de su frente ante una autoridad, donde jamás ha estado parada pues ni siquiera entiende de leyes... “La vida es muy cruel, injusta, jamás creí que mis hijos me llevaran a una autoridad para reclamar herencia, yo no voy a vivir mucho tiempo, no podré gastarme ni la mitad de lo que trabajé con mi esposo, no vienen a verme, me odian, no se qué les hice…”, indicó la mujer con sus ojos llenos de lagrimas y la voz quebrantada.
A pesar de que enfrenta un proceso legal muy difícil y doloroso, María pide a Dios que bendiga a sus siete hijos y que los 2 que quieren despojarla hasta de su casa se arrepientan de lo que hacen.