- Los expertos consultados brindan algunas recomendaciones sobre cómo las empresas pueden prepararse para esta reforma. De entrada, las empresas deben anticiparse a la reforma y comenzar a planificar cómo gestionarán la reducción de la jornada laboral. Esto incluye establecer planes de rotación de personal y determinar qué áreas de la empresa pueden adoptar horarios de trabajo flexibles.
Márquez comenta que algunas empresas ya están implementando horarios mixtos que permiten reducir la jornada laboral a las 40 horas semanales. Esto puede incluir permitir que ciertos empleados trabajen en horarios diferenciados, dependiendo de sus funciones y necesidades.
- Asimismo, para compensar los costos adicionales que implica la reducción de la jornada laboral, las empresas deben centrarse en aumentar la productividad. Esto incluye inversiones en innovación y cambios en la gestión del tiempo de trabajo. Mora Icaza enfatiza la importancia de ser disciplinados con los horarios de trabajo, promoviendo descansos y tiempo para actividades personales, lo que puede aumentar la eficiencia y la productividad.
Es importante mencionar que, acorde con Esperanza Martínez, especialista en higiene laboral certificada por la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), si un trabajador se siente "cómodo y feliz", su productividad podría aumentar hasta 80%. Esta cifra resalta la necesidad de crear un ambiente laboral propicio para el bienestar de los empleados.
- El momento adecuado para implementar la reforma, según Mora Icaza, será cuando se haya mejorado la productividad y se haya alcanzado un nivel de eficiencia comparable al de los países de la OCDE. La competitividad de México en un entorno globalizado es fundamental, y se deben realizar esfuerzos conjuntos para mejorar la productividad y crear un nuevo modelo de desarrollo inclusivo.
- Para Beatriz Robles, sin duda hay una deuda histórica con los empleados en México en términos de condiciones laborales, aunque advierte sobre la necesidad de implementar la reducción de la jornada laboral de manera gradual, escuchando a los empresarios y considerando su impacto en trabajadores que dependen de incentivos por trabajar seis días a la semana.
La escasez de talento y la necesidad de competencias específicas en el mercado laboral subrayan la importancia de promover la productividad y desarrollar habilidades como trabajo en equipo, resolución de problemas, responsabilidad, pensamiento crítico y resiliencia en los empleados.