En medio del hartazgo de la sociedad por la creciente ola delictiva, al considerar que la justicia no es severa con las personas dedicadas a realizar este tipo de conductas delictivas, han optado por hacer justicia por su propia mano, sin tomar en cuenta que también están incurriendo en un delito.
Luego de que en redes sociales se hizo viral el video del linchamiento de un sujeto a bordo de una combi luego de que intentó asaltar a los pasajeros en compañía de otro cómplice que logró darse a la fuga, se han desencadenado diversas publicaciones de otros linchamientos en diferentes partes de la República, así como un caso presentado en el municipio de Comalcalco.
Sin embargo, las victimas del delito de robo, al buscar ejercer justicia por su propia mano durante un linchamiento pasarían a ser agresores, pues estarían cometiendo el delito de lesiones en grado dolosas e inclusive podrían llegar a ser la comisión del delito Homicidio en grado de tentativa.
Si bien es cierto se puede detener al responsable de un delito en el sentido de la flagrancia en el entendido de que esto significa que se detuvo al momento de que se cometió el delito, el Código Nacional de Procedimientos Penales en su artículo 147, indica que cualquier persona puede detener a otra en la comisión de un delito flagrante, debiendo entregar inmediatamente al detenido a la autoridad más próxima para que a su vez sea canalizada con la mayor prontitud al Ministerio Público, quien deberá integrar la carpeta de investigación para determinar su legal detención y al mismo verificar que no se haya vulnerado los derechos a los que tiene el señalado.
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Es decir que el acusado no haya sido torturado, golpeado o señalado de manera injusta, pues en el caso de que hubiese sido golpeado muy independiente del proceso al que se encuentra por las acusaciones de robo, el agresor podría pasar a ser victima en otro hecho delictivo investigado de manera independiente al primero señalado.
Este tipo de situaciones ha generado que en el afán de buscar hacer justicia quienes detienen a un sujeto en flagrancia lo linchan o agreden sin presentar alguna denuncia, por ello cuando la autoridad interviene son dejados en libertad o presentados ante alguna autoridad, donde quedan libres al no existir un señalamientos y estos en su calidad de victima tampoco presentan ningún tipo de querella para no ser sometidos a investigación.
Muchas de las justificaciones que en su caso presenta la ciudadanía para linchar al agresor es la supuesta falta de interés por parte de autoridades para buscar prevenir la comisión de algún delito y de que las leyes son demasiados condescendientes con los presuntos delincuentes al no imponer sanciones graves, señales que nos podrían indicar que al tomar la justicia por la propia mano de la ciudadanía estamos en un retroceso jurídico donde se busca castigar al presunto delincuente al precio del que sea.