Un ejemplo de esto es la niña Karla fue acompañada por su abuelito Matías para evitar que se pierda la tradición de los reyes.
Este año, prefirieron enviar la carta por correo, pues por los globos se genera contaminación, aunque en otros años también han dejado sus cartas en los zapatos.
La infante de seis años de edad, este año, les pidió a Melchor, Gaspar y Baltazar, un juego de controles.