En noviembre de 2021 el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, aseguró que ya no habría más líderes “charros” al frente del sindicato de los trabajadores petroleros, al poco tiempo se dio la salida de Carlos Romero Deschamps.
En ese mismo evento enfatizó que mientras estuviera en el gobierno no habría despidos, ni se mutilaría el contrato colectivo, y que se jubilaría en el tiempo que está pactado, sin aumentarles la edad de jubilación.
Caso contrario es el tema de los dirigentes sindicales de la Sección 44 del STPRM, en Tabasco, que buscan eternizarse en el puesto, haciendo a un lado su jubilación por intereses personales y de poder, como José Jesús Zamudio Aguilera, con una antigüedad de 38 años de servicio, y 64 años de edad.
Otro es José del Pilar Córdova, con una antigüedad de 41 años de servicio, y con 63 años de antigüedad, prácticamente los dos cumplen con los requisitos para jubilarse, y con ello permitir que avance el escalafón, pero si esto no sucede, todo queda igual, y afecta a los verdaderos empleados.
De acuerdo con la cláusula 134, fracción I, del Contrato Colectivo de Trabajo celebrado entre Petróleos Mexicanos y sus organismos subsidiarios con el sindicato de trabajadores, determina que los trabajadores que acrediten treinta años o más de servicios, y cincuenta y cinco años de edad, tienen derecho a la jubilación.
Cabe mencionar que, en estos casos, independientemente de que se otorga la jubilación por vejez, también se concede por las enfermedades que padecen de carácter ordinario, que hacen imposible la relación laboral.
En cuyo caso se tomará como base el salario ordinario de este último puesto para establecer su pensión jubilatoria; por cada año más de servicios prestados después de cumplidos los 25, la pensión jubilatoria se incrementará en un 4% hasta llegar al 100% como máximo.
Por lo pronto José Jesús Zamudio Aguilera y José del Pilar Córdova encontraron un modus de vivir a plenitud.