Con apenas 22 años, Malika Chalhy fue corrida de su hogar por sus gustos sexual. Para su familia, era preferible que tuviera adicciones a las drogas a que fuera lesbiana.
Malika vive en la localidad de Toscanas junto a sus padres y a su hermano mayor, pero desde que salió del closet las mujeres, ha tenido que arreglárselas solas.
La joven conto que su familia la sacó de casa sin permitirle tomar ropa u otros objetos personales. Además, le cambió la cerradura a la puerta para que no pueda regresar.
Mientras intenta adaptarse a su nueva realidad, también debe lidiar con los mensajes de odio que su familia le manda de vez en vez.
Sería mejor una hija drogadicta que lesbiana. Das asco, lesbiana. Te deseo un tumor, eres la ruina de la familia", son algunos de los mensajes de texto que le han enviado.