José Luis de la Cruz Baeza es un joven que siempre le ha gustado divertirse, se ha hecho de muchos amigos con quienes convive cotidianamente y quien siempre extiende la mano para ayudar a otros.
Desde que inició esta contingencia sanitaria determinó poder ayudar -bajo las medidas sanitarias- a quien estuviera pasando problemas ya sea de enfermedad o económicos; buscaba entre sus amigos algo extra para donar a quien en este momento verdaderamente lo necesitaba.
Así, por espacio de siete semanas estuvo ayudando, era un secreto a voces entre los habitantes de la comunidad donde vivía, al sur de esta ciudad capital.
Sin embargo esa “chispa” que emanaba de sus acciones se desapareció, pues en su andariego sistema de ayuda a sus amistades, alguien lo contagió y por ello cayó en cama.
Es uno de tantos que forman parte de las estadísticas de la Secretaría de Salud, que a diario indica que las cifras aumentan.
Esta noticia causó alarma entre los que había ayudado, sus acciones que al principio fueron aplaudidas, ahora son satanizadas.
De hecho, hasta se logró escuchar un audio, de esos que las personas circulan en sus grupos de Whatsapp sobre su contagio.
Su hermano mayor, Jorge, fue quien aceptó contar esta historia y quien con la voz quebrada pidió al gran arquitecto del universo que lo ayudara a sobrepasar este terrible episodio.
Relata que al estar a cargo de sus padres, no puede ir a ver a su hermano por temor al contagio.
“¿Cómo lo ayudo? Sé que está en buenas manos de esos hombres que están luchando contra esta enfermedad en los hospitales", afirma.
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