Habitantes de las comunidades Chontales que habitan en los municipios de Centro, Nacajuca y Centla han comenzado a sacar su ganado de aquellos terrenos de pastura que son vulnerables a anegaciones con el propósito de llevarlo a zonas altas en este temporal de lluvias.
Lo anterior como parte de una estrategia preventiva que año con año realizan para evitar la mortandad de su ganado, por las posibles crecientes que se pudieran presentar.
José Manuel Cruz González es uno de los pequeños productores que a caballo va "arreando" la manada de reses que tenía en terrenos del ejido José Asmitia perteneciente a Villa Tamulté de las Sabanas, quien al platicar con el Sistema Informativo de Tabasco (SIT) expresó que lo hacían debido a que el área donde pasa el ganado es susceptible a inundarse.
"Nosotros no esperamos a que la autoridad nos alerta de que ahí viene el agua, nosotros hacemos esto año tras año", expresó al tiempo de indicar que la mayoría de los habitantes que tienen "animalitos" -- refiriendo a reses y caballos, específicamente -- siempre lo llevan a otros terrenos donde están hasta mediados del mes de diciembre, fecha que las fuertes lluvias ya pasaron y que supuestamente sus terrenos ya no están inundados.
"Esto va dependiendo de como se encuentre el lugar, ya que hay veces que el agua permanece en los terrenos y tenemos que esperar que baje hasta el mes de enero", enfatizó.
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Hay que hacer mención que el pasado jueves, integrantes del Comité del Alto Grijalva determinaron evacuar hasta 800 metros cúbicos por segundo de agua de manera preventiva de la presa peñitas ante la acumulación de agua por lluvias en esas zonas.
Esto, derivó en que el coordinador general del Instituto de Protección Civil del estado Jorge Mier y Terán Suárez notificara que este remanente extra de agua podría hacer crecer principalmente el rio Samaria y causar anegaciones en las zonas bajas de Nacajuca.
Cabe mencionar que hay zonas que al estar cerca del río Grijalva y no haber regulación alguna de aquellos brazos de agua que lo alimentan, provocan un crecimiento de sus niveles y posibles desbordamientos en las zonas bajas.
"Es de todos los años, nosotros tenemos que asegurarnos que nuestros animales no vayan a morir ahogados, para que esperarnos a que el rio crezca y se desborde; mejor nos los llevamos para allá", puntualizó el pequeño ganadero.