Teapa.- En el Teapa antiguo quedaron sumergidos muchos personajes e historias que animaban los relatos populares que se transmitían de generación en generación, como la leyenda del Cántaro de Oro en un predio de la familia Casanova, donde actualmente existe el Colegio Teapa.
Esta leyenda se remonta a finales del siglo XIX y principios del XX, cuando la familia Casanova era dueña de un gran predio ubicado sobre el camino real del pueblo de Teapa, conocido hoy como la avenida Gregoria Beltrán, donde existía una casa que comúnmente habitaba don Lorenzo Casanova.
La vieja casa fue destinada a la educación religiosa a cargo de monjas, que se hospedaban en la planta alta mientras la parte baja era habilitada como aulas, dejando a cargo del edificio a la señora Teresita cuando las hermanas tenían que viajar a México, y en aquellas noches solitarias se comenzaban a suscitar situaciones paranormales escuchándose el arrastre de cadenas por un corredor y su descenso por las escaleras hasta donde existían unos corrales y una bodega.
#HistoriasDePanteón No creía que las almas regresan... pero esto lo hizo cambiar de opinión
Situación escabrosa a la cual fue habituándose doña Teresita cuando cuidaba el antiguo colegio. Xuando volvían a escucharse los ruidos extraños se limitaban a cerrar bien las puertas y permanecer en silencio rezando afanosamente mientras esto sucedía, más decidieron espiar a través de las rendijas de las puertas de madera apreciando la figura de un hombre vestido de blanco y con un bigote abultado que recorría los pasillos de la planta alta y descendía hasta perderse entre unos árboles de mango, aduciendo que se trataba el alma de don Lorenzo Casanova por su aspecto.
En esos mangos se apreciaba una luz que emergía y descendía constantemente por lo que, de acuerdo a las creencias de la época, se creía había oro o dinero enterrado, el cual nunca intentó extraer doña Teresita por el temor al alma que lo protegía, pero si las monjas en un arrebato de valor, sustrayendo un par de cantaros con oro, el cual se cree fue gastado por ellas mismas en sus viajes.