#HistoriasDePanteón Desgracias y desapariciones en ingenio Dos Patrias

Varios y trágicos accidente laborales provocaron la muerte de trabajadores

El antiguo Ingenio Dos Patrias, que mantuviera en gran medida la vida económica de Tacotalpa por cerca de 50 años, dejó de funcionar en el año 2001, luego de que ocurriera un trágico accidente laboral, al estallar válvulas de presión de unos molinos, provocando la muerte de dos trabajadores; además de venirse arrastrando diversos problemas con el creciente sindicato obrero, según algunos relatos de la época.

La sensación de desgracia era aludida, en ese entonces, por los trabajadores más viejos al recordar otros accidentes fatales como el de Domingo López que fue atrapado por una máquina que le cortó la cabeza de un tajo, así como el brazo arrancado a Moisés Benítez y la caída de Ricardo Cambrano, en una caldera hirviente. Desgracias que aun deambulan en el paisaje fantasma del ingenio abandonado y derruido, rodeado de abandonadas casas de matices blancos y verdes.

Una de las historias más misteriosas y sombrías de estas tierras es la de don Agustín Contreras, quien vivía en una de las casas antiguas, cerca de un improvisado campo de beisbol, de las que ya no queda rastro, acostumbrado a ir a pescar al Rio de la Sierra los días que no le tocaba cubrir turnos nocturnos, previo encargo de familias de trabajadores del propio ingenio Dos Patrias o de la Finca Santa Lucia, que pertenecía al mismo dueño Federico Jiménez.

En una ocasión, en que regresaba avanzada la noche de Santa Lucia, don Agustín avanzaba por un camino cosechero hasta llegar a la desviación del Ingenio Dos Patrias cuando divisó lo que parecía un gran lagarto que ocupaba con su cuerpo lo ancho del camino provocándole un gran temor combinado con la preocupación de no poder pasar, pues al costado sólo había un dren de agua de riego de los cañales, por lo que en un intento de premeditado valor intentó orillarse lo más posible hacia el monte con mucha cautela sin perder de vista la acción del colosal animal. 

En este intento estaba cuando notó que la bestia se movía hacia donde él también lo hacía aumentando aún más la opresión del pecho y el frio sudor de su frente, pues al mirar la cabeza del animal notó sus enormes ojos relucientes, enmarcado de lo que parecía más a la cabeza de un dragón pues de la parte alta se erigían como dos especies de cuernos u orejas, por lo que al recordar que habían algunas casas cerca comenzó a gritar pidiendo ayuda, lo que fue escuchado por uno de los trabajadores que descansaba en su vivienda y rápidamente le pidió se acercara para guarecerse y recuperar el aliento.