El gobierno de Andrés Manuel López Obrador está invirtiendo socialmente en lo inmediato y a futuro, muestra de ello es el programa Sembrando Vida que tan sólo en Tabasco tiene una derrama mensual de 300 millones de pesos, sostiene Javier May Rodríguez, secretario de Bienestar, quien se dice atento a las críticas y señalamientos de los adversarios del régimen, pero apunta que hay que responder con hechos.
En esta segunda parte de una extensa entrevista con el Sistema Informativo de Tabasco (SIT) destaca la importancia de la reforestación, así como de la inyección de recursos a la economía para hacer crecer al país “desde abajo”. Le comento que los opositores a AMLO insisten en que la economía mexicana pasa por una crisis, que no hay desarrollo. “Es un discurso de la derecha, de los conservadores –responde-.
Hay empresarios que sí ven bien las políticas económicas y apuestan a generar empleos; pero hay un ala conservadora que le gusta hacer negocios a la mano, sin ningún esfuerzo, que no invierten sino que se vuelven traficantes de influencias, delincuentes de cuello blanco”.
“Pero, hay empresarios que están invirtiendo –agrega-, como en el proyecto del Tren Maya, que es un proyectazo muy importante para el desarrollo del Sur-Sureste. Apostarle a que todas las riquezas naturales que tenemos en la región nos permitan tener el ingreso del turismo.
Afirma el titular de Bienestar y senador con licencia que el objetivo es “que una parte de los ingresos de Tabasco sea el turismo con la llegada por el Tren Maya de más de 3 millones de visitantes a nivel regional, aunado a la derrama del programa Sembrando Vida que en la región está reforestando 500 mil hectáreas, la mitad propiamente del programa total que es de un millón.
En Tabasco significan 150 mil hectáreas, Chiapas 200 mil, Yucatán, Campeche y Quintana Roo tienen 100 mil hectáreas y en el sur de Veracruz son 170 mil hectáreas.
Víctor M. Sámano Labastida (VMSL): Esto debe significar una importante derrama
Javier May Rodríguez (JMR): Una enorme inyección de recursos a las economías locales. Tan sólo en Tabasco de un solo programa son 300 millones de pesos que se pagan de nómina mensual.
Esto es una aportación de recursos que impacta desde abajo. Lo podemos ver en las carnicerías de los pueblos donde ya matan reses tres veces a la semana y esto hace que se active la economía popular y es generar la infraestructura que se requiere.
VMSL: ¿Tienen ustedes una evaluación del impacto en la economía real de las comunidades?
JMR: De entrada puedo decir que ya están por encima de la línea de bienestar. Con los cinco mil pesos mensuales que reciben por jornales, pero además ya están produciendo, ya están vendiendo excedentes, que es otro ingreso que tienen. Estimamos ingresos por familia de 9 mil pesos mensuales, y conforme comiencen a cosechar más productos aumentará.
Tanto que cuando ya cada unidad de producción sea autosuficiente, se les quitará el subsidio; pero esperamos que cada familia tenga ingresos mínimos de 200 mil pesos anuales. Significa que es lo que vale el Producto Interno Bruto. Es decir, estamos invirtiendo en el futuro, porque vamos a tener 600 millones de árboles maderables con valor en el mercado.
VMSL: Nuestras tierras se han ido devaluando, deteriorando…
JMR: El 51 por ciento de la tierra en nuestro país es de propiedad social, ejidal, que siempre ha contado con el campesino como dueño de la tierra. Pero faltaba el capital para hacerla producir.
Hay campesinos que tienen 50 hectáreas de tierras, pero no tenían para invertir, porque no eran sujetos de crédito y no porque la gente fuera floja. No tenían ingresos porque sembraban la milpa y se tenían que ir a buscar trabajo mientras crecía la milpa.
Ahora sí se están cultivando y la gente está muy contenta; su ánimo ya no es de preocupación, ya tienen el apoyo. Eso les ayuda para pensar de otra manera, a organizarse, a buscar esquemas de comercialización, a pensar en la problemática de su comunidad.
VMSL: No sólo siembran árboles...
JMR: Es un sistema agroforestal que tiene tres etapas: producir alimentos, como la milpa para llevar alimentos a la casa; a corto plazo son los árboles frutales, que mientras crecen los maderables, que son a largo plazo, se va aprovechando la producción intercalada.
VMSL: ¿Cuál es la inversión global para estos programas?
JMR: Casi estamos ahorita en los 200 mil millones de pesos, pero va a aumentar en las pensiones de adultos mayores, un 15%. Va a llegar a los 3 mil100 pesos bimestral a partir del mes de julio. Cada año un incremento del 20% más inflación. Después de la inversión en Salud y Educación, seguimos nosotros.
VMSL: ¿Sembrando Vida y soberanía alimentaria?
JMR: Tiene muchas bondades. Una de sus principales es el cuidado del medioambiente, contribuir a la conservación de tierras degradadas. Eso nos va a servir a mejorar la calidad del aire, a disminuir la factura de carbono que vamos a comenzar a medir a partir del año que viene. Vamos a conservar sobre todo en riqueza de fauna silvestre; la que estaba en peligro de extinción se está volviendo a reproducir. También la conservación del agua, la autosuficiencia alimentaria y el arraigo comunitario, que es la recomposición del tejido social.
VMSL: Se afirma que es una experiencia única…
JMR: Puedo asegurar que no hay otro país que esté haciendo algo así, con estos componentes. Hemos comenzado a desarrollar un plan con Guatemala, Honduras y El Salvador para exportar el programa y que nos permita mitigar la migración y que la gente tenga trabajo en el lugar donde vive, sobre todo los jóvenes, que son la fuerza de trabajo de un país.
VMSL: También hay que actuar en el terreno educativo.
JMR: Se está haciendo. Acompañado de este programa el Presidente ha lanzado las universidades Benito Juárez, que están en los ejidos, en los pueblos, para que la educación sea palanca del desarrollo y los jóvenes no dejen los estudios porque no hay oportunidades.
Se están construyendo 140 universidades nuevas gratuitas. En Tabasco tenemos dos: una en Comalcalco, otra en Cárdenas en el poblado C-16. Tenemos en Chiapas, Campeche y Yucatán. Todos los estudiantes son becados, no tienen que presentar exámenes, ni pagar inscripción.
Es garantizarle a los pobres el derecho a la educación y esto va a amarrado también con la vocación de las regiones. (Mañana, tercera última: El pueblo decide si defiende sus derechos).