Equilibrio entre producción y sustentabilidad

La labor titánica que vienen haciendo de años atrás se ha centrado en encontrar dicho equilibrio que permita la sustentabilidad y la sostenibilidad

Estimados amigos productores, el desafío que actualmente tenemos no solo en México sino en el mundo, es encontrar el equilibrio entre producción y sustentabilidad. Es decir, como continuar produciendo alimentos sin generar impactos negativos en los elementos del agroecosistema que la sustentan y que pudieran causar, en un momento dado, los perdiéramos.

Un caso que ejemplifica lo anterior, es la perdida de suelo cada año ocasionado por la erosión hídrica o eólica derivada de una mala gestión en el manejo de este recurso tan valioso como lo es el suelo. ¡Diría un servidor, el más valioso!

En virtud de esto, la labor titánica que vienen haciendo de años atrás, diversos actores del sector agroalimentario como lo son productores, gobierno, empresarios, instituciones de investigación y educación entre otros, se ha centrado en encontrar dicho equilibrio que permita la sustentabilidad y la sostenibilidad.

La agricultura orgánica, indudablemente es un modelo de producción sustentable y sostenible, por ello esta siendo parte de las estrategias. Hoy en el mundo mantiene un crecimiento medio anual que oscila entre 15 y 20%, mismo que no se ha dado en ningún otro sector o subsector.

El conocimiento cada vez más amplio de los consumidores, su preocupación por la salud y el medio ambiente ha generado que busquen alimentos procedentes de este tipo de modelos con el subsecuente crecimiento exponencial del mercado.

Hoy en el mundo hay 187 países con producción orgánica certificada que suman en conjunto una superficie aproximada de 72.2 millones de hectáreas. México es uno de ellos, con aproximadamente 673 mil, cuya cifra nos da una participación significativa y muy importante, aunque puede y debe mejorar.

A nivel América Latina y el Caribe, en 2017 ocupábamos el cuarto lugar en superficie destinada a la producción orgánica certificada con un total de 673 mil hectáreas, por debajo de Argentina, Uruguay y Brasil cuyo sector orgánico es de muy renombrada marca en el mundo.

Hasta el año 2017 fuimos el tercer lugar mundial en cuanto a la cantidad de productores orgánicos certificados como tal, contabilizando poco más de 210 mil, solo por debajo de India y Uganda, compitiendo el sitio, en ocasiones, con Etiopia. En cuanto a producción y superficie por cultivo a nivel mundial, somos líderes en diversos productos, ocupando posiciones dentro de los primeros cinco lugares.

Café, primer lugar seguido de Etiopia y Perú; Miel, tercer lugar antecedido por Brasil y Zambia. Nuestra participación entonces, aunque reservada, puede tener un crecimiento considerable si tomamos en cuenta las condiciones agroclimáticas de nuestro país, su geolocalización, los múltiples mercados a los que tenemos acceso con los tratados comercial, entre otras más.

Si consideramos que el problema principal de la alimentación en el mundo es la distribución, más que la escasez, entonces la meta amigo productor no es producir más sino mejor y por mucho tiempo.

¡La agricultura orgánica lo tiene en el ADN, producir mejor! Me encuentro con usted la próxima semana en donde analizaremos la participación de nuestra región y estado, así como su potencial. ¡Piensa y vive orgánico!