Jonuta, Tab. Ni la falta de circulante, ni la inflación, mucho menos la pandemia, no son obstáculos que frene la labor de los areneros y/o 'hombres cuervos", pues a diario extraen arena de las profundidades del Río Usumacinta para sobrevivir.
Desde muy temprano cuando la brisa a un sopla fresca, sumergen sus cayucos hasta lo más profundo del afluente para extraer arena, contando con permiso correspondiente de la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
En ese sentido Mateo Chan dedicado a esta actividad, como única fuente de ingresos de muchos años, manifestó que jamás habían atravesado por una crisis igual, no hay circulante monetario, mucha gente ya no invierte en la construcción y ello empeora la situación, pero continúan efectuando su noble oficio de lunes a domingo, con mal y buen tiempo.
En los tiempos de antaño, dijo “La gente llegaba hasta la orilla del río lugar donde almacenamos la arena y la grava, nos compraban el producto e incluso íbamos con los clientes a llevarlo hasta el lugar de la obra”.
Sin embargo, de un buen tiempo hacia acá, solo se extrae lo necesario, "poca es la gente que llega a solicitarnos el producto, hay veces que tenemos que ir de obra en obra para ofrecer la arena y la grava, la situación está verdaderamente crítica" puntualizó.