Es el momento de encomendarse no sólo a la sana distancia sino a la sana prudencia, sostiene el neumólogo Edmundo Juárez Cadena, quien advierte que Tabasco está en “semáforo rojísimo”, y que debemos prepararnos ante varios padecimientos que también están activos. Los descuidos y el exceso de confianza pueden ser fatales, puntualiza.
Ante la inminente reapertura de actividades productivas y sociales, el especialista señala que debemos tener en cuenta las “duras lecciones que nos está dejando esta epidemia: lo frágiles que somos ante una enfermedad y lo necios que podemos llegar a ser como sociedad. Queremos ser el primer mundo pero estamos lejos de asumir responsabilidades. Y este es el momento”.
El también escritor y promotor cultural, alerta desde su experiencia de estar tratando casos de Covid-19 que “no se debe ignorar que los contagios siguen activos, hay más casos, mayor virulencia, más formas de cómo contagiarte; los síntomas no se ven inmediatamente, hay que esperar dos semanas para ver el brote. Es lo que pasó con el 10 de mayo y con el 30 de abril. Esto lo veremos también con la reapertura de actividades”.
De la misma forma, señala, “debemos estar alertas con lo que viene, porque además Tabasco es un estados donde la tuberculosis está activa, hay dengue, viene chicungunya; el panorama no es muy alentador”.
LAS MALAS Y BUENAS
Una mala noticia que nos trajo esta epidemia, apunta, es la gran vulnerabilidad de la población; una buena es que si el padecimiento es detectado a tiempo se puede combatir.
Como sabemos –señala- “la dieta del tabasqueño es muy descuidada. Hay mucha obesidad. En los pozos petroleros hay mucho peso pesado. Tenemos una mala alimentación, pero tenemos que darle a la población las herramientas para que cambie. Somos muy vulnerables por los altos niveles de hipertensión, diabetes, problemas renales, sedentarismo, alcoholismo. El virus potencializa estas enfermedades”.
En Tabasco tenemos cifras muy altas de contagios, pero –insiste- “juegan mucho los números oficiales; al principio no se contaba a todos los pacientes Covid y no se hacían pruebas. Muchos fallecidos fueron reportados como neumonía atípica. Ahora tenemos más detectados, que es diferente”.
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Considera que si desde principio se hubiesen tenido pruebas, en lugar de ser una curva ascendente tendríamos una paralela con un ligero crecimiento. Es un hecho que el Covid “es altamente contagioso y letal, pero entre los infectados, muchos que llegan a tiempo se salvan. Cuando hay síntomas como tos, pérdida de apetito, del gusto, problemas para respirar, fiebre, se deben atender oportunamente”.
Uno de los sectores más afectados por la epidemia es el petrolero: “Muchos pacientes fueron detectados a tiempo, pero en los primeros meses se siguió aplicando una cláusula que era una especie de (stand by) modo de espera laboral porque los de plataformas y de pozos recibían un bono bastante jugoso por no faltar. En un momento determinado se acaba esa cláusula y a todos los trabajadores que iban se les daba una incapacidad; perdían los incentivos al ser hospitalizados”.
Entonces continúa- "para no perder los bonos se aguantan o van a médicos particulares; algunos no se atienden y esto sigue avanzando. Cuando ya se ponen mal llegan al Hospital de Pemex, muchos prácticamente a morir por su estado de salud. Esto crea un círculo vicioso porque en radio pasillo se dice: “no vayas al hospital porque te van a matar”, lo cual es falso. Todos esos pacientes que no se atendieron a tiempo están elevando las cifras de muertes. Muchos no alcanzan a hacerse la prueba”.
FACTORES DE RIESGO
Para el neumólogo lo sucedido en Tabasco por la rápida diseminación de contagios responde a varios factores: “En principio, Tabasco, en especial Villahermosa, es paso obligado para Campeche, Yucatán, Quintana Roo, lo que explica la propagación. La otra es justamente de negocios petroleros; mucha gente estuvo circulando. Los primeros pacientes dos o tres fueron en la capital, pero los demás se ubicaron de la zona de Paraíso, de Reforma. También corresponde a la manera de contagio el hecho de que quienes van a los campos petroleros viven en Villahermosa”.
Para combatir esto, argumenta, se requiere de acciones específicas además del “quédate en casa”. No se trata –apunta- de hacer un millón de pruebas, pero si ubicar a la población potencialmente de riesgo. Quienes vienen de otros sitios a hacer un negocio, a ver un pozo, etcétera, casos sospechosos. Se hace un tamiz si sale positivo pues aislar a la gente que está alrededor. Cosa que no pasó.
Mucho hay todavía qué hacer porque la situación de riesgo continúa. “Es medular –apunta el doctor Juárez Cadena- la información. Si explicas el por qué y para qué la gente va entender. Deben conocer perfectamente los primeros síntomas y qué hacer; con eso se evitarían muchos problemas fatales. Hay que educar a la población y darle opciones”.
Comenta que varios empresarios se han acercado a él para establecer un plan de sana reactivación: “Hay un proceso muy sencillo. En principio cumplir con todas las reglas de Salud porque si no te van multar. Pero hay que seleccionar a tres de tus trabajadores vulnerables, invertir en pruebas moleculares que son exactas, confiables y rápidas, y no son tan caros no pasan de mil pesos. Si estos tres dos salen positivos por lógica los demás están contagiados, dar medicamento preventivo o tomar acciones preventivas con ellos y con los que están alrededor. Logras como empresario o como jefe de oficina mantener seguridad a tu equipo de trabajo, esto funciona. Si se enferman, pero no tan grave, mantienes protegida a tu familia laboral”.
Es tiempo de plena conciencia, de asumir responsabilidades y de acciones coordinadas, concluye.