Han pasado ya más de siete días desde que las autoridades estatales emitieron las nuevas disposiciones de convivencia y movilidad por el alto número de contagios por Covid-19 y sus variantes, incluso, a través de un decreto, y muchos aún siguen sin hacer caso.
Esto, debido a que las convivencias o reuniones entre grupos familiares continúan dándose, sobre todo en los fines de semana aún cuando las autoridades sanitarias han señalado reiteradas veces que en el núcleo familiar es donde mayor número de contagios se están presentando.
Dejando atrás la principal medida de cuidado personal, la sana distancia que ya no se observa entre los ciudadanos, mucho menos en los jóvenes a quienes se les ve mayormente en la enorme fila que se genera para acceder a una prueba PCR, donde nuevamente las autoridades han empezado las campañas de uso correcto de cubrebocas que ya cada día esta menos presente en el rostro de los ciudadanos, quienes ya deambulan por las calles sin protección alguna. Así como aquellas tarjas de aluminio que fueron instalados por las autoridades municipales en diversos puntos de la ciudad con el afán de que constantemente mujeres, hombres y jóvenes acudieran a lavarse las manos, pasando a ser un mueble más olvidado de la infraestructura urbana visual.
El decreto donde se prohíbe aglomerados de personas quienes buscan los lugares más ocultos, para poder convivir sin cuidado alguno en estos tiempos de pandemia donde los casos positivos se rebasaron.
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