Desalojo de aguas, una labor titánica

Supervisa el gobernador Adán López instalación de equipos de bombeo en Casa Blanca

El gobernador Adán Augusto López Hernández supervisó la instalación de bombas de gran capacidad en tres puntos de Villahermosa considerados como “críticos” por el nivel que alcanzó la inundación provocada por las lluvias históricas que dejó a su paso el Frente Frío número 9, y garantizó que ningún sector poblacional afectado se quedará sin atención.  

Durante un recorrido por la colonia Casa Blanca, una de las zonas que hasta este lunes aún permanecían con altos niveles de agua, el mandatario estatal instruyó medidas emergentes para acelerar el desalojo de los acumulados y seguir dando respuesta oportuna a las familias afectadas. 

Sostuvo que la prioridad del gobierno en este momento “es atender y tratar de sacar el agua” de las colonias y/o localidades que todavía siguen con problemas de anegación. 

López Hernández aseveró que existe un trabajo coordinado y ‘sin descanso’ por parte del Instituto de Protección Civil del Estado (IPCET), la Comisión Estatal de Agua y Saneamiento (CEAS) y la Dirección Local de la Conagua para bombear y ‘secar’ los puntos críticos y restablecer cuanto antes su normalidad. 

Acompañado de los titulares del IPCET, Jorge Mier y Terán Suárez, y local de la Conagua, Felipe Irineo Pérez, Adán Augusto López dejó claro que el Gobierno está haciendo la parte que le corresponde, pero también pidió a la ciudadanía actuar con responsabilidad. 

En ese sentido, recordó que el sábado pasado recorrió la zona de Carrizal y Giraldas, que en ese momento presentaba una inundación de aproximadamente tres metros, en parte porque  uno de los cárcamos tuvo que detenerse “por la altura del agua y el peligro de que la energía causara un corto circuito”.

“Fuimos al cárcamo de Tabasco 2000 y resulta que sólo una bomba funcionaba, echamos andar otra bomba y cuando íbamos a echar andar las cuatro restantes, los técnicos de Conagua y CEAS descubrieron que una charnela que sacaba el agua por gravedad no existía, se la habían robado desde hace meses, por lo que en lugar de sacar agua se estaba metiendo el agua del río”, denunció. 

Estableció que revertir esa situación implicó una labor titánica, porque a través de buzos se instalaron las placas de acero sustraídas y “ahora (el cárcamo) ya está bombeando a su máxima capacidad y ese sector ya está seco”, pero cuestionó el robo de ese tipo de material con el fin  de “venderlo al mejor postor”. 

Tras visitar la colonia Casa Blanca, donde se instalaron dos bombas, una con capacidad de desalojo de 1 mil litros por segundo y otra emergente, el jefe del Ejecutivo coincidió con el planteamiento de la Coordinación Nacional de Protección Civil, en el sentido de que la inundación pluvial es, en parte, producto de la corrupción que imperó en el anterior régimen.