Trabajar en el campo Sini 14 se ha convertido en una pesadilla para muchas personas nativas de la Villa Ignacio Allende del municipio de Centla, pues por diferencias sindicales han sido agredidos físicamente, amenazados e incluso, amedrentados con armas, para dejar las plazas y que de estas se beneficien trabajadores de la CTM y CROC.
María Isabel Jiménez May, delegada sindical del Sindicato Estatal de la Construcción, Soldadores, Tuberos, Obreros en general, Empleados Profesionales de la Industria, Similares y Conexos del estado de Tabasco, dijo que desde hace un año están trabajando en el pozo, sin embargo hace un mes empezaron a tener problemas para laborar pese a que hay una minuta firmada por la Dirección del Trabajo y Previsión Social del Estado.
Expuso que el documento no quiere ser respetado por Laura Salas Reyes, Salvador Garnica, Javier Méndez de la Rosa, quienes los agredieron físicamente el pasado domingo.
Pese a que su líder sindical firmó el documento avalado por las autoridades del Estado e incluso representantes de la Secretaría de Gobierno, de Pemex y los seis grupos quienes de manera equitativa se repartirían los espacios laborales.
Comentó que el pasado domingo al entrar al pozo, fueron emboscados por más de 200 personas que ni siquiera eran de la comunidad y al grupo de trabajadores de la comunidad y del equipo que representa, los agredieron con palos, piedras y machetes.
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Mencionó que desde ese día se ha vuelto un calvario su vida, pues hasta su casa han llegado a amedrentarla con armas y por eso, pidió la intervención de las autoridades, pues teme por su vida y la de sus hijos.
A su vez, la delegada de la comunidad Tila Yaneth Sánchez Alejandro, señaló que a pesar de ser la autoridad en la comunidad, el grupo inconforme y agresor, donde esta Rodrigo May May y Eusebio Morales Arias, la han amenazado y por eso, lo hace responsables de lo que le ocurra a ella y a su familia.
Dijo que se había firmado un documento y estaba en el entendido que se respetaría, sin embargo, lo que se ha hecho de parte de uno de los seis grupos es agredir y no respetar ni lo acordado ante las autoridades.
“La comunidad quiere trabajo, no ser agredidos, porque quieren oportunidad para llevar alimentos a su familia”, apuntó.
Al concluir, agregó que el pasado domingo pidió el auxilio de la policía y pese a que habló con el director de la policía municipal, jamás les prestaron el auxilio, ya que la regidora Isabel Jazmín Orueta, tiene también metidas las manos en este conflicto.