Mientas el pánico causado por las distintas variantes de COVID-19 recorren las ciudades, el arte urbano mantiene su propuesta: aplicar color en las paredes con sus típicos botes de aerosol. Un mural urbano no puede hacer nada contra el coronabicho, acepta el grafitero Gabriel Melchor Infanzón, “pero las imágenes y los colores amables contribuyen a que todos tengamos un mejor estado de ánimo”.
El “señor xerox” como también es conocido, recorre el sureste mexicano pintando una serie de murales urbanos basados en la cultura Olmeca y el patrimonio natural de la región. El recorrido inicia con los trabajos pictóricos realizados en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, continua con los temas plasmados aquí en Villahermosa y culminará en Orizaba, Veracruz.
El lunes 10 de enero inició con los primeros trazos del mural titulado “Región Olmeca Veracruz”, en la plazuela de los músicos situada en pleno Centro Histórico de Villahermosa, y el miércoles por la tarde, luego de varios días de lluvia y sol, treinta botes de aerosol y varios litros de pintura, lo concluyó.
De acuerdo con el artista urbano se trata de un proyecto que vincula la cultura de la región y el muralismo urbano, resaltando las características que se tienen en común: la cultura olmeca y los escenarios naturales. “Muchos consideran que para promover la cultura del turismo son mejores los espectaculares, pero yo y otros compas del arte urbano creemos que el grafiti es mejor porque está a la altura de la mirada del público y porque las personas interactúan con ellos tomándose la foto”.
La propuesta que deja aquí es un trabajo con tema amable que no busca dañar la imagen urbana: más bien une el rescate de los espacios urbanos y es un intercambio cultural, entre nosotros los artistas y entre la cultura de los distintos pueblos, comenta el artista.