- "No es un secreto las condiciones infrahumanas en que se encuentran los internos", expresó Efraín Rodríguez León, asesor jurídico del Comité de Derechos Humanos de Tabasco (Codehutab).
Rodríguez León subrayó que, durante años, se han denunciado carencias y una serie de irregularidades en las cárceles del estado, comenzando por la sobrepoblación.
CORRUPCIÓN EN ALIMENTOS
El activista detalló que estos centros padecen de una importante sobrepoblación y que la corrupción, especialmente en lo relacionado con la alimentación de los reclusos, es de conocimiento general.
"Se les destina un presupuesto considerable para su mantenimiento en reclusión, pero lo cierto es que todo se les vende y además pagan cuotas a bandas organizadas", afirmó.
Efraín Rodríguez también destacó que las autoridades han negado el acceso a las organizaciones civiles, lo que sugiere que "hay mucho que ocultar".
Esta falta de transparencia agrava aún más la situación en los ocho centros penitenciarios a cargo de la Dirección General del Sistema Penitenciario Estatal, que se encuentran al límite máximo de su capacidad y con sobrecupo.
El Centro de Reinserción Social del Estado de Tabasco (CRESET) es el más afectado, con una capacidad para 1,325 reclusos, pero actualmente alberga a 1,690: 1,579 hombres y 111 mujeres, es decir, 365 internos más de los que deberían.
El penal de Comalcalco sigue en la lista, con espacio para 483 personas, pero con una población de 841 internos, de los cuales 814 son hombres y 27 mujeres. En tercer lugar está el penal de Macuspana, que debería tener 130 reos, pero alberga a 250 hombres.
El penal de Cunduacán, con capacidad para 40, mantiene a 98 internos, en Tacotalpa, con una capacidad para 112, alberga a 157. En Tenosique, la capacidad es para 255, pero se contabilizaron 240. Cárdenas tiene espacio para 447, pero cuenta con 462 internos, y Huimanguillo, con 298, excede tres.