Convertido en una “pocilga” se encuentra el rastro público del municipio de Jonuta, además de no contar con luz desde hace dos meses para realizar la matanza de las reses, corriendo el peligro la población que consume la carne infectada con tuberculosis.
Así lo manifestó el Subsecretario de Ganadera de la SEDAFOP del gobierno estatal, Arturo Caraveo Márquez en su más reciente gira de trabajo por esta demarcación, acompañado por el subsecretario de Agricultura, Cesar Rodríguez Márquez.
“La verdad de pena el rastro, lo preocupante es la salud pública de los habitantes del municipio, ya que al no haber luz en dos meses no se puede hacer la inspección del canal y ver que no tenga tuberculosis, y se contagie la población”, reiteró.
“Los alcaldes lo ven como un problema, esas instalaciones tienen que estar en condiciones salubres, y hay que cuidar la salud de los ciudadanos”, afirmó.
Un rastro debe de tener lo básico, además de estar limpio, energía eléctrica, cadenas para levantar la carne, porque al estar en el piso esta se revuelve con el excremento y orín de la vaca, donde están bacterias nocivas como salmonela, shigueila y otras más que enferman a los habitantes, "eso se debe de corregir", advirtió.
Propuso al alcalde electo, Eric Garrido Argaez, que valla preparando un proyecto de reconstrucción de “esa pocilga” que tiene el actual ayuntamiento de Jonuta, donde se continúan sacrificando las reses que consumen las personas.
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Además de pésimas condiciones de higiene, con fauna nociva (ratones, gatos y perros, zopilotes) y de riesgo para los trabajadores, el rastro público opera pesimamente y tiene unos 15 años aproximadamente de que fue construido durante el trienio que comenzó José Felipe Torres Arias y terminó como edil interino, Fidelio Quinto Peralta Damián.
ALERTA POR LA SANIDAD
En un recorrido realizado por el citado edificio público, este se encuentra en pésimas condiciones e inadecuadas las medidas de sanidad,
Además de la presencia de fauna nociva en las instalaciones del rastro, se sabe que la labor del médico de sanidad animal no es avalada, ya que él certifica que la carne esté en condiciones de ser consumida, porque carece desde hace dos meses de electricidad y no puede inspeccionarla.
Por si fuera poco una gran cantidad de desechos de los semovientes que son sacrificados en el inmueble, donde se encuentran: vísceras, trozos de pieles, cuernos, están dispersos al aire libre y donde pululan animales de carroña.
Cuando las normas de sanidad indican que deberían ser incineradas o por último enterradas, para evitar la proliferación de enfermedades en el medio ambiente, confirmando lo manifestado por el Subsecretario de Ganadera en cuestión.