Discapacitado se gana la vida vendiendo fruta de temporada

Es nativo de Cunduacán y hace el trabajo con mucha responsabilidad

Jonuta, Tabasco.- Una persona discapacitada se gana "el pan de cada día" ofreciéndole y vendiendo fruta de temporada en la vía pública.

Jorge Luis Díaz Escalante originario del municipio de Cunduacán, Tabasco es el ciudadano quien afirmó que viene continuamente a Jonuta abordo de su vehículo vendiendo frutas a las familias jonutecas de calidad y a buen precio.


Piña desde Huimanguillo

"En esta ocasión traje piña miel, de calidad y barata amigo reportero, pero conmigo trabajan dos a tres personas más que van por las calles llevando y ofreciendo la fruta en carretillas en la puerta de los hogares", manifesto en entrevista con el SIT.

Dijo que en esta ocasión instaló la unidad en el Centro comercial de la ciudad para vender fruta de temporada.


El comerciante se surte del producto en los cultivos de piña en el municipio de Huimanguillo, donde consiguen cada pieza en dos pesos para venderlas entre 15 y 20 pesos cada una, de acuerdo con su tamaño, es decir, obtienen ganancias de 13 a 18 pesos.

    El jóven cunducanense afirmó: "Un servidor me dedico a comerciar fruta en temporada, porque es cuando más se le antoja comer a la gente este tipo de alimentos, además lo que se vende más en estos meses son las frutas de agua, sé que la piña es una fruta, pero igual es muy jugosa"

Narró que al día vende entre 600 y 800 kilogramos, de los cuales obtiene una ganancia de 2 mil 400 pesos, monto que es destinado, primeramente a pagar el salario de cada compañero ayudantes, más desayuno y comida, además, comentó el gasto de la gasolina corre por su cuenta.

Jorge Luis, de 40 años de edad, destacó que se ha  dedicado a la venta de frutas en diferentes ciudades del estado.

El entrevistado comentó que la piña que comercian en Jonuta proviene de Huimanguillo, es la mejor que hay la que se cultiva en las tierras de esa geografía  es la mejor.

También explicó que lo más difícil de su trabajo es el cansancio que provoca el deambular durante todo el día por las ciudades que visita; además del intenso calor y las inclemencias del clima que hay que sortear para ganarse el sustento diario.

“Y la cosa no para ahí, también hay que estar lidiando con los inspectores del municipio de la ciudades a las que vamos a vender, siempre te andan correteando, pero además te quitan tu fuente de trabajo, a mí me ha tocado que me quiten mi mercancía los inspectores del municipio”, puntualizó.