Hasta el momento Pablo y Alejandro están esperando la fecha en que deben presentarse para trabajar de nuevo en Cinépolis y Cinemex respectivamente. Son jóvenes pero aún así tiene miedo y temor a contagiarse por Covid-19 debido a que atenderán a cientos de personas ‘llevamos capacitación desde casa por el ‘zoom’. Nos están dando medidas preventivas para atender a las personas para la verdad siento que va a ser difícil controlar y hacer entender a todos que no se amontonen en las zonas donde están los carteles y lo que de verdad da miedo es la poca higiene y cordura de muchas personas que ni siquiera tienen el hábito de dejar las cucharas en su lugar cuando le ponen tomate, cebolla y chile a los nachos o al momento de que van a ingerir palomitas no falta quien se chupa los dedos después de ponerle la salsa picosa’, dijo Pablo.
Alejandro podría ser un poco más optimista, sin embargo hay algo grave y preocupante que no sale de su mente ‘vivo con mi mamá, hermanas y abuela, sé que tengo la necesidad de trabajar pero si salgo, lo primero que pensaré al regresar a casa es que ojalá no me haya infectado de coronavirus porque eso implicaría poner en riesgo a toda mi familia, sobre todo mi abuela que ya es adulto mayor’.
Encendiendo las alarmas y sobre todo, que al pretender reactivar los cines con un México que está rojo en su semáforo de Covid-19, tendrá mucho que ver el orden de los asistentes a las salas de cine que su carta no es ser pacientes, sino viven del amontonamiento y la desesperación por adquirir los boletos para las mejores butacas.
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