Tacotalpa._ Como cada año, indígenas choles del ejido Cuviac de Tacotalpa, honraron a la Madre Tierra agradeciendo por la abundancia de las cosechas y el sustento de las familias de esta comunidad.
En un ancestral acto de reivindicación del agua, como elemento dador de vida y alimento, los ancianos de Cuviac caminaron con hacia el ojo de agua de la comunidad, bajo los árboles que cobijaron la música de tambores y flautas, dando pauta al encendido de veladoras y las oraciones de profundo agradecimiento por abastecer a las familias y sus campos.
Con mucha devoción, el resto asistentes, señoras, madres y algunos invitados, siguieron con atención cada paso de este ritual de agradecimiento, dónde el anciano encargado del mismo colocó la ofrenda en el interior de la tierra, consistente en caldo de gallina, pozol, agua ardiente y demás.
Para los indígenas de esta localidad, el agua es un ser vivo que dialoga y escucha a las mujeres que bajan al arroyo, es parte de ellos, su identidad, el elemento sagrado y de unidad entre ellos, es la providencia de las familias de Cuviac.
En este mismo sentido, habiendo cumplido con el cometido, en la ermita de la Virgen de Guadalupe y frente al ojo de agua las familias se reúnen a disfrutar de la comida para este día, dónde todos los ingredientes surgieron de la tierra alimentada por el elemento natural que ellos respetan, bendicen y agradecen.
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