Tras la aprobación y entrada en vigor de la Ley de Protección Ambiental en materia de prohibición del uso de popotes de plástico y envases de unicel poliestireno, los comerciantes, deberán de cambiar a productos biodegradables o de papel para poder continuar ofreciendo sus servicios.
Los entrevistados, señalan que podrían pagar los impuestos, pero tendrían que incrementar los precios de sus productos, lo cual afectaría sus ventas, así mismo que deberán de actualizar sus precios, y la forma de ofrecer sus servicios.
“Nosotros ya no manejamos desechable y el popote esto desde hace tres meses, usamos cristalería y papel, porque sabemos que vamos a mudar este tipo de medidas para la protección del ambiente”, dijo Lenín García, quien es empleado de un restaurante del centro de la ciudad de Villahermosa.