En Tabasco, desde hace varios años muchas familias han apostado a vivir en zonas vulnerables, aunque eso implique vivir en riesgo las 24 horas, pues no sólo se asientan en lugares donde atraviesan ductos petroleros, sino también en zonas inundables, incluso, a orillas de ríos.
Una muestra de ello, es que a orillas del río Carrizal, por la zona que conduce al Parque Tabasco, más de 8 familias han construido casas con lonas, láminas, entre otros materiales improvisados que los resguardan de viento, sol y agua.
Estas familias, tienen niños pequeños, quienes de un lado tienen al caudaloso río Carrizal y del otro una de las vías más transitadas de Villahermosa, el periférico de la ciudad, donde viajan diariamente cientos de vehículos, entre ellos, muchos de carga pesada.
Así como ellos, muchas personas viven aún a los márgenes de los diferentes ríos que atraviesan la planicie tabasqueña, donde en el 2007 a consecuencia de la gran inundación que vivió Tabasco, tuvieron que reubicar de zonas vulnerables a cientos de familias a fraccionamientos como el 27 de Octubre y Bicentenario.
Sin embargo, estos esfuerzos no han sido suficiente, pues aún muchas familias siguen apostando a estas zonas de riesgo, para asentar su hogar.
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Al respecto, Jorge Mier y Terán Suárez, coordinador del Instituto de Protección Civil en el Estado de Tabasco, expuso que al menos 20 mil personas en Tabasco viven en zonas de riesgo en los 17 municipios, donde están plenamente identificados los puntos vulnerables.
“En todos los municipios tenemos zonas de riesgo pero no se generaron en este año, sino ya son varios años que se han ido acumulando estas zonas de alto riesgo y por lógica no tenemos la capacidad económica para poder trasladar a toda esa gente a viviendas”, apuntó.
En ese sentido, precisó que por ejemplo en Cárdenas, tienen detectada la situación de la zona conocida como el Alacrán, donde las casas están siendo invadidas por el mar y se han ido quebrando, lo que representa también una zona de riesgo.
Dijo que actualmente plantean un proyecto entre el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred), Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (UJAT) e instituciones del gobierno del estado para que los ayuntamientos puedan realizar sus atlas de riesgo a un precio muy bajo.