De las 26 Unidades de Manejo para la Conservación de la Vida Silvestre (UMAS) sólo dos cuentan con apoyo oficial, el resto que están avaladas por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) funcionan con el apoyo de particulares, pese a que resguardan a animales en peligro de extinción.
Al respecto, Carlos Alberto Valenzuela Izquierdo, encargado de la UMA “Mono del Cacao” ubicada en Comalcalco, expuso que es muy difícil sostener este tipo de áreas protegidas, sobre todo, por la alimentación que requieren los animales quienes en ocasiones se multiplican el triple.
En entrevista con Diario Presente, manifestó que en el lugar que tiene a cargo se atiende de manera permanente a seis monos aulladores, sin embargo, ha logrado detectar hasta una manada más numerosa de esta especie.
También, refirió que en el lugar, también se han detectado tigrillos, hicoteas, cotorros, armadillos, entre otras especies que se encuentran en peligro de extinción.
“Con la llegada de estos animales, debemos de brindar seguridad a los animales para que ellos vivan tranquilos, ya que aquí ellos sufren con la venta de sus crías”, comentó.
En este sentido, lamentó que los animales no sean protegidos por las personas, quienes los cazan para el consumo humano o para la venta ilegal en las carreteras del estado, sin que nadie haga algo.
Detalló que las más de tres hectáreas que son de su propiedad son una UMA a como lo establece la autorización que recibió por parte de la Secretaría de Medio Ambiente y recursos Naturales (Semarnat), desde el 2015, “con este permiso se obtiene responsabilidad y protección de la ley para que esta área no sea contaminada”.
Dijo que si alguna autoridad los apoyará con víveres u obras de mejora para las UMAS, sería mejor la condición de vida de las especies que en ella habitan.
El titular de la Secretaría de Bienestar, Sustentabilidad y Cambio Climático, Mario Llergo Latournerie, indica que el gobierno del estado de Tabasco apoya a dos de las 26 Unidades de Manejo Animal en la entidad, debido a que estas son propiedad del gobierno del estado, mientras que las otras son reconocidas ante la Semarnat, pero son dirigidas por personas particulares, por lo cual, ellos son los encargados de sus gastos.
En el caso del Yumká y Parque Museo La Venta, dijo que son espacios descentralizados.
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Explicó que una UMA genera un gasto importante, por lo que en el caso de las que apoya el gobierno del Estado, el alimento de los animales es obtenido a través de convenios, por lo cual es gasto es mínimo, dado que solo es el pago a los trabajadores.
Explicó que las dos unidades de las que se encarga la autoridad estatal son la de Cocodrilos Amarillos, localizada en Buena Vista, en el municipio de Centro, de nombre “Aj jut´s k´n pacam” y la segunda es “Uotot Ak”, que es un área de atención a quelonios localizados en Tucta, Nacajuca, las cuales mantienen desde hace más de 40 años de existencia.
También, comentó que las UMAS, pueden albergar y proteger a peces, aves e insectos, o en su caso diversas clases de plantas.