El programa “Adiós a tu deuda” sí garantiza la solución a dos condicionantes históricas del movimiento de ‘resistencia civil’, el ‘borrón y cuenta nueva’ y una tarifa preferencial, que tiene en la 1F, la más baja de todo el Sistema Eléctrico Nacional, aseveró José Antonio De La Vega Asmitia, secretario para el Desarrollo Energético (Sedener).
Al cerrar la ronda de comparecencias de los secretarios de la administración pública estatal ante el pleno del Congreso local, en el marco de la Glosa del Primer Informe de Gobierno, De La Vega Asmitia, afirmó que este esquema logrado por el gobernador Adán Augusto López Hernández ante la Comisión Federal de Electricidad (CFE), pone punto final a una “relación perversa” entre usuarios y empresa.
Por un lado, explicó, se acaba aquello de que había comunidades enteras que no cubrían su gasto de electricidad y en represalia la CFE se abstenía de invertir en infraestructura o en transformadores. Ahora, aseveró, se promueve una nueva cultura de pago que tiene como objetivo asegurar un servicio eléctrico eficaz y de calidad.
El funcionario ofreció a los legisladores un balance sobre la actividad de la Secretaría para el Desarrollo Energético, entre la que se encuentra ser enlace en la relación entre el Gobierno del Estado y las instituciones del sector, como la Secretaría de Energía, la Comisión Nacional de Hidrocarburos, la Comisión Reguladora de Energía y las empresas productivas del Estado: Pemex y CFE. Indicó que durante los primeros 11 meses del nuevo gobierno, en Tabasco también se ha dado acompañamiento a las iniciativas trazadas por el presidente Andrés Manuel López Obrador en el sector energético, en particular, la construcción de la séptima refinería de México en Dos Bocas, Paraíso y que implica una inversión de alrededor de 160 mil millones de pesos en tres años.
Dijo que la Sedener ha trabajado en cinco vertientes fundamentales, como la búsqueda de inversiones para el desarrollo energético de Tabasco y la constante vinculación con empresas nacionales e internacionales con actividades en tierra y en aguas frente a sus costas, con el fin de promover mecanismos que generen impulsos positivos de la explotación petrolera en la economía local.
Señaló que adicionalmente, se ha emprendido una permanente labor de promoción y capacitación, tanto de capital humano, como de las empresas locales que brindan bienes y servicios a la industria, para estar en condiciones de participar e insertarse activamente en lo que está llamado a ser el nuevo “boom” petrolero regional, que tendrá como núcleo concentrador a Tabasco.
El propósito en adelante, añadió, es generar una nueva visión que permita “sembrar el petróleo” y no malversarlo o desaprovecharlo, como ocurrió en el pasado, cuando fuimos víctimas de un desarrollo sin equilibrios ni visión de largo plazo.
De La Vega Asmitia, subrayó que en el marco de una nueva relación institucional con Petróleos Mexicanos, se han gestionado por parte de comunidades, Ayuntamientos y Gobierno del Estado, una inversión social de más de mil millones de pesos.
De esa cifra, detalló, poco más de 800 millones de pesos corresponden a acciones y proyectos del Programa de Apoyo a la Comunidad y Medio Ambiente (PACMA), y Obras de Beneficio Mutuo (OBM), entre las que sobresale la rehabilitación de escuelas, mantenimiento de caminos y construcción de centros de salud.
Puntualizó que durante 2019, el Gobierno del Estado celebró un contrato de donación de productos petrolíferos con Pemex, cuyo objetivo es coadyuvar con la empresa productiva en la ejecución de sus actividades y promover el desarrollo social de las comunidades en donde éstas se llevan a cabo.
El mecanismo, concluyó José Antonio Pablo De La Vega Asmitia, implica la donación de cuatro mil 420 toneladas de asfalto, además de cinco millones 555 mil 958 litros de gasolina magna y dos millones 875 mil litros de diésel, que representan poco más de 219 millones de pesos que se destinan para apoyar al sector pesquero, además de las tareas de seguridad, salud y protección civil que realizan el Estado y los municipios.