Hace 13 años, más de la mitad de la población tabasqueña lloró, sufrió, padeció a consecuencia de una de sus peores catástrofes naturales que provocó que la capital del estado se viera invadida por las aguas de los ríos Grijalva y Carrizal.
La ayuda humanitaria y del Ejército Mexicano, así como de la Secretaría de la Marina y de las autoridades estatales y federales, se hizo presente en el momento más complejo que vivieron las familias de Tabasco.
Te puede interesar: 'Gracias a Dios no nos pasó nada': José Armando Reyes
Se habilitaron sitios que jamás imaginamos podríamos ver como albergues e incluso, pista de aterrizaje de helicópteros. Sin duda alguna queda en la memoria de muchos ese momento inédito del que muchas familias y negocios aún no terminan de reponerse.