Adalyn Graviss, una niña de 7 años residente de Knoxville, Tennessee, dio positivo por covid-19 el 5 de febrero y la vida de sus padres se verá sumida en una miseria tras otra. , hasta el cruel final de la vida de un menor.
Según algunos reportes, todo comenzó en la madrugada cuando la niña se quejó de fiebre, por lo que luego de una prueba rápida de Covid-19, sus padres determinaron que tenía el virus.
Según información proporcionada por los padres del bebé, Jennifer y Adam Graviss, para el 5 de febrero parecía estar bien e incluso se la podía ver jugando en el jardín, pero esa noche todo cambió y Adalyn comenzó a verse cansada, pero también cosas extrañas. Sucedió, ya que perdió la capacidad de hablar y caminar, por lo que la llevaron de urgencia al hospital.
Según algunos datos, los médicos determinaron que la niña tenía el cerebro y el corazón inflamados, por lo que fue diagnosticada con encefalomielitis diseminada aguda (ADEM), se trata de un trastorno autoinmune que es generado por infecciones de índole vírica como el SARS-CoV-2. Para el 7 de febrero, Adalyn perdió la vida, a tan solo unos meses de convertirse en hermana mayor.