Sus nombres eran Abigail, Guadalupe, Brenda, Janelle y Delfina. Tal vez no tenían nada en común, pero al final de sus vidas coincidieron en dos cosas: tuvieron una muerte violenta, la cual ocurrió casi en los mismos días.
Una tercera coincidencia sería que fueron asesinadas en Guerrero, donde la mayoría de crímenes quedan impunes.
Entre el 14 y el 17 de enero, en cuatro hechos distintos y lugares diferentes fueron asesinadas estas cinco mujeres.
El viernes 14 de enero, en Xaltianguis, Acapulco, Abigail y Guadalupe (hija y madre) fueron atacadas a tiros por hombres armados a bordo de un automóvil. Eran las 11:00 de la mañana y estaban afuera de una tienda en la colonia El Panteón. El reporte policiaco no dice cuántos tiros recibieron, pero lo que sí dice es que fueron armas de alto poder: AK-47. No tuvieron tiempo ni de correr.
No hubo detenidos. Las autoridades se limitaron a recoger los cadáveres de Abigail, quien era profesora de secundaria, y de Guadalupe, comerciante.
Al día siguiente, el 15, en hechos separados, se encontraron los cuerpos de otras dos mujeres: Brenda y Janelle.
En el baño de una casa, en la colonia Los Pinos, en Chilpancingo, fue hallado el cadáver de Brenda. Tenía golpes en la cabeza. El olor delató su presencia. Sus familiares la reconocieron por un tatuaje. La joven llevaba tres días desaparecida.
Ese mismo sábado por la noche, en la carretera federal Taxco-Cuernavaca, fue hallada Janelle, de 41 años y exdirigente del PAN en Acapulco. La causa de su muerte fue traumatismo craneoencefálico.
El lunes, en Temixco, en el municipio de José Joaquín Herrera, fue hallada sin vida Delfina, de 26 años. Su cuerpo tenía varios impactos de bala.
Era originaria de Ayahualtempa, un poblado nahua que lleva años armado para resistir los ataques del grupo criminal Los Ardillos.
De los cinco asesinatos, la fiscalía estatal dijo la misma frase: “Se abrió una carpeta de investigación y no habrá impunidad”. Sin embargo, la probabilidad de que un delito se esclarezca en Guerrero es de 0.1%.
Te puede interesar: La directiva de Olmecas de Tabasco mostró interés en jóvenes tabasqueños