Primeros informes señalan que la madre del menor dejó al niño al cuidado de su padrastro en su domicilio ubicado en la calle Bilbao, colonia Real de Capellanía, en el municipio García, Nuevo León, cuando de pronto se percataron que el menor estaba inconsciente.
Tras esto, la madre dio aviso a través de la línea de emergencia 9-1-1, en donde la mujer informó que su hijo no respondía.
Posteriormente, el menor fue llevado a la Cruz Verde por propios medios, solicitando apoyo de ambulancia en el lugar.
El menor fue puesto en una ambulancia; sin embargo, al comenzar un trasladado al Hospital Universitario cayó en paro cardiorrespiratorio durante el trayecto, por lo que se procedió a practicar maniobras de reanimación.
Al llegar provisionalmente a una clínica del IMSS más cercana, pidieron el apoyo de los médicos, quienes minutos más tarde detuvieron las maniobras y declararon que el niño había muerto.
Se presume que el menor habría muerto por una intoxicación. Otras versiones aseguran que el niño contaba con huellas de violencia.
La mujer, quien está sujeta a investigación, se negó a dar más información sobre el niño, quien sólo indicó que tenía 4 años.