La fallecida ahora fue encontrada por una amiga suya dueña del inmueble luego de que ella fuera a la casa a entregarle a la mujer un recibo por los servicios esenciales.
La amiga de la mujer llegó a la residencia y encontró que había agua en ella y la puerta estaba cerrada, por lo que entró a la casa con la llave.
Una vez dentro, cerró el grifo del fregadero que goteaba y luego encontró a su amiga en la cama, boca abajo, sin signos vitales.
Lucía Hernández, de 38 años, presuntamente murió cuando su teléfono le explotó en la cara.
La policía vigila la zona
Tras confirmarse la muerte, la zona fue resguardada por autoridades, policías de la ciudad y el Negociado Nacional de Investigaciones.
Cabe señalar que, si bien las características de la lesión en la occisa podrían haber sido provocadas por la explosión un smartphone, al igual que el fallecimiento de la misma, será hasta la autopsia correspondiente en el Anfiteatro del Hospital Universitario la que confirmen este hecho.