La extorsión a domicilio, una nueva forma de cometer fraude, activó las alertas de las autoridades, quienes pidieron a la población no caer en engaños cuando presunto personal del banco llegue hasta la puerta solicitando información personal.
- Se hacen pasar por agentes del banco; así operan con la extorsión a domicilio
La Condusef señaló que delincuentes se acercan a los domicilios con el argumento de que las cuentas bancarias presentan movimientos que no forman parte de conducta financiera o, bien, con la promesa de borrar el historial crediticio.
¿Cómo identificar la extorsión a domicilio?
Hay algunas señales de alerta que pueden indicar que estás siendo víctima de un fraude. Éstas incluyen:
- El interlocutor no se identifica o se identifica de forma incompleta.
- El interlocutor le pide información personal, como su número de cuenta bancaria o su número de tarjeta de crédito.
- El interlocutor le ofrece una solución rápida y fácil a un problema financiero.
¿Qué hacer en caso de que lleguen extorsionadores?
A través de su cuenta oficial de X, antes Twitter, la Condusef pidió a la población que, en caso de que alguien solicite datos personales o bien, dinero para "limpiar tu historial crediticio", se llame o visite la sucursal bancaria.
También puede denunciar el fraude a la Condusef. Ésta puede ayudar a los usuarios de servicios financieros a recuperar su dinero y a obtener justicia.
Recomendaciones para protegerse de los fraudes financieros
Para protegerse de los fraudes financieros de los que se tiene registro, la Condusef ha emitido varias recomendaciones, entre las que destacan:
- No proporcionar información personal a nadie que no se identifique.
- Si recibe una llamada de un supuesto trabajador de una institución financiera, pídale que se identifique y verifique el número de teléfono de la institución.
- No pague dinero a nadie que le ofrezca eliminar su mal historial crediticio.
- Si sospecha que ha sido víctima de un fraude, comuníquese con su banco lo antes posible.
- La Condusef también recomienda a los usuarios de servicios financieros que estén atentos a las señales de alerta de los fraudes financieros y que sigan las recomendaciones de la Comisión para protegerse.