Camila Graciano, una joven brasileña embarazada se convirtió en otra víctima mortal del coronavirus.
Según medios locales, la mujer tenía ocho meses de embarazo que se había cuidado con enorme disciplina para no exponerse al covid-19, sin embargo terminó contagiada durante un baby shower sorpresa y al poco tiempo murió.
Los hechos ocurrieron en Anápolis, Brasil, donde las cifras son alarmantes al registrarse 50 mil contagios diarios, 180 mil fallecidos y casi 6 millones de contagios totales
Con 32 semanas de gestación, las compañeras de Camila, quien se desempeñaba como profesora, le organizaron un baby shower sorpresa, para celebrar el inminente nacimiento.
Pocos días después, una de las invitadas informó a los asistentes que había dado positivo a la prueba de coronavirus y que era asintomática en el momento de la fiesta sorpresa. Pasó muy poco tiempo entre el anuncio y el deterioro fulminante en la salud de Camila Graciano, quien tenía 31 años de edad.
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La mujer padecía de hipertensión y diabetes, situación por las que la enfermedad se complicó. Cuando acudió al hospital Santa Casa de Anápolis, fue atendida por un conjunto de médicos de varias especialidades y en los primeros días, a pesar de la disnea que la llevó a pedir atención médica, evolucionó favorablemente, sin embargo, empeoró súbitamente hasta ingresar a terapia intensiva. Tras una cesárea dio a luz a una bebé que permanece en una unidad de cuidados neonatales.
Los familiares de Camila dijeron en entrevistas que, tras dar a luz, su estado mejoró tanto que los médicos empezaban a ser optimistas en su diagnóstico. Por desgracia, Graciano falleció en cuidados intensivos el sábado 22 de agosto.
La bebé se mantiene estable en una incubadora. Y, según los médicos que la atienden, respira por su cuenta, fuera de peligro.