En Jonuta en tres misas colocarán cruz de ceniza a católicos, con ello inicia la Cuaresma

Este miércoles 22 de febrero en plenas misas eucarísticas autoridades religiosas en iglesias y hermitas celebrarán la colocación de la Cruz de Ceniza, siendo esto un preámbulo al inicio de la Cuaresma.

La cual revivirán los católicos con la pasión y muerte del Hijo de Dios, donde participarán el pueblo católico, afirmo el párroco, Alan Daniel Hernández.

Señaló que en la parroquia del "Señor de la Salud" oficiará tres misas la primera a las 6 de la mañana, la segunda a las 12:00 horas y la tercera a las 19:00 horas, durante la misa eucarística, a las cuales hace extensiva la invitación a las familias jonutecas acudir para que les coloquen la cruz de ceniza. 

El presbítero señala que con la imposición de las cenizas, se iniciará una estación espiritual particularmente relevante para todo cristiano que quiera prepararse dignamente para la vivir el Misterio Pascual, es decir, la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor Jesús.

Este tiempo, agregó,  del vigoroso del Año Litúrgico se caracteriza por el mensaje bíblico que puede ser resumido en una sola palabra: "metanoeiete", es decir "Convertíos". Este imperativo es propuesto a la mente de los fieles mediante el rito austero de la imposición de ceniza, el cual, con las palabras "Convertíos y creed en el Evangelio" y con la expresión "Acuérdate que eres polvo y al polvo volverás", invita a todos a reflexionar acerca del deber de la conversión, recordando la inexorable caducidad y efímera fragilidad de la vida humana, sujeta a la muerte.

La sugestiva ceremonia de la ceniza eleva nuestras mentes a la realidad eterna que no pasa jamás, a Dios; principio y fin, alfa y omega de nuestra existencia. La conversión no es, en efecto, sino un volver a Dios, valorando las realidades terrenales bajo la luz indefectible de su verdad, afirmó.

Una valoración que implica una conciencia cada vez más diáfana del hecho de que estamos de paso en este fatigoso itinerario sobre la tierra, y que nos impulsa y estimula a trabajar hasta el final, a fin de que el Reino de Dios se instaure dentro de nosotros y triunfe su justicia.