En 2016, las autoridades de Yokohama arrestaron a una enfermera porque mató a tres pacientes después de inyectar desinfectante por vía intravenosa.
Ayumi Kuboki, de 34 años, admitió haber mezclado deliberadamente desinfectante en la bolsa de suero, lo que provocó la muerte de un paciente. La defensa de la acusada declaró que tenía un problema leve de autismo, sin embargo, esto no fue suficiente para exonerarla de su responsabilidad.
El fiscal señaló que a pesar de padecer esta enfermedad, la mujer estaba plenamente calificada para su cargo y juicio, por lo que la decisión que tomó también fue grave.
En el juicio llevado a cabo por el Tribunal de Distrito de Yokohama, un fiscal declaró: "La única forma en que puede expiar su delito es la pena de muerte".
El veredicto se emitirá el 9 de noviembre.